El Espíritu y la Esposa

De Enciclopedia de conocimiento de la Iglesia de Dios
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Ilustración de Apocalipsis 22:17 (KJV), The prophecy about the Spirit and the Bride (La profecía sobre el Espíritu y la Esposa), de Joseph Martin Kronheim, 1880

En el último capítulo del libro de Apocalipsis se menciona al Espíritu y la Esposa como los que dan el agua de la vida. Aunque se entiende que el Espíritu es Dios, muchas iglesias interpretan a la Esposa como la iglesia o los santos. No obstante, solo Dios puede dar el agua de la vida a la humanidad. La Esposa que da el agua de la vida junto con el Espíritu es Dios Madre. Ella aparece junto a Dios Padre y da la salvación a la humanidad en los últimos días.

Dios nos da el agua de la vida

Jesús dijo que le daría a la mujer samaritana, a quien encontró junto al pozo, el agua de la vida para que nunca tuviera sed. (Paolo Veronese, 1585)

Encontramos al Espíritu y la Esposa en el último capítulo de la Biblia.

Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”

- Apocalipsis 22:17


El agua de la vida indica la palabra de Dios necesaria para la vida del alma. Solo Dios puede dar esta agua de la vida.

Él dividió el periodo de su obra de redención en tres épocas: época del Padre, época del Hijo y época del Espíritu Santo.[1] En la época del Padre, Jehová Dios dio el agua de la vida; y en la época del Hijo, Jesús dio el agua de la vida. En la Biblia, no hay ningún registro en el que los profetas o los santos den el agua de la vida. Independientemente de la época, solo Dios, el Salvador, puede dar el agua de la vida. En Apocalipsis 21, está escrito que Dios da el agua de la vida gratuitamente a los que tienen sed;[2] y en el capítulo 22, dice que el Espíritu y la Esposa dan el agua de la vida gratuitamente. Esto significa que el Espíritu y la Esposa que dan el agua de la vida son Dios, los Salvadores que aparecerán en la época del Espíritu Santo.[3]

Época del Padre Época del Hijo Época del Espíritu Santo
Jeremías 17:13
“Dejaron a Jehová,

manantial de aguas vivas.”

Juan 4:14
“El agua que yo [Jesús] le daré será en él

una fuente de agua que salte para vida eterna.”

Apocalipsis 22:17
“Y el Espíritu y la Esposa dicen […]

tome del agua de la vida gratuitamente.”

Jehová Jesús El Espíritu y la Esposa

El Espíritu y la Esposa son el Cordero y su Esposa

El Espíritu Santo es Cristo en su segunda venida

Según la Trinidad, el Espíritu Santo es Dios Padre. En el Nuevo Testamento, hace referencia a Jesús en su segunda venida, que es el Salvador de la época del Espíritu Santo.

En Apocalipsis 19, hay una profecía sobre el Cordero y su Esposa celebrando el banquete de bodas celestial en los últimos días.


“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. […] Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero.”

- Apocalipsis 19:7-9


En el banquete de bodas celestial, el Cordero aparece como el novio y la Esposa del Cordero como la novia. El Cordero se refiere a Jesús;[4] sin embargo, cuando Él vino hace dos mil años, la novia no apareció. En Apocalipsis 19, el Cordero que aparece con la Esposa se refiere a Jesús que viene de nuevo.

En Apocalipsis 22:17, aquel que aparece con la Esposa e invita a los santos, diciendo: “Ven”, es el Espíritu Santo.


“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”

- Apocalipsis 22:17


En esta profecía, el Espíritu Santo es Cristo que viene por segunda vez en los últimos días y Dios Padre que da el agua de la vida.

La Esposa es la Madre Jerusalén

Aquella que aparece como la “Esposa” del Espíritu Santo en Apocalipsis 22:17 y como la “Esposa del Cordero” en Apocalipsis 19 es la Esposa de Dios Padre, es decir, Dios Madre que aparece en los últimos días.


“Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios.”

- Apocalipsis 21:9-10


Cuando el ángel le mostró al apóstol Juan la desposada, la Esposa del Cordero, vio la gran ciudad santa de Jerusalén en el cielo. En otras palabras, la Esposa es representada como la Jerusalén celestial. El apóstol Pablo dijo que la “Jerusalén celestial” es “madre de todos nosotros”.


“Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.”

- Gálatas 4:26


“Nosotros” se refiere a aquellos que serán salvos. Los santos pueden recibir la salvación, el agua de la vida, creyendo en Dios Padre y en Dios Madre.

El Espíritu y la Esposa fueron profetizados desde la creación del mundo

La creación de Eva, de Gustave Doré (1866)

Podemos encontrar al Espíritu y la Esposa, Dios Padre y Dios Madre, desde la creación del mundo.

Varón y hembra fueron creados a imagen de Dios

Dios creó los cielos y la tierra durante seis días y reposó el séptimo día. En el día sexto, Dios creó al varón y a la mujer.


“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”

- Génesis 1:26-27


Varón y hembra fueron creados a imagen y semejanza de Dios que dijo “hagamos”. Esto significa que Dios existe como imagen masculina y también como imagen femenina. Dios el Creador de todas las cosas es dos: Dios Padre y Dios Madre.

Hasta el día de hoy, aquellos que creen en Dios solo lo han considerado como una imagen masculina y lo han llamado “Padre”. Jesús también enseñó que Dios es el Padre de nuestras almas.[5] A través de la Biblia, podemos ver que no solo existe el Dios Padre de imagen masculina, sino también el Dios de imagen femenina, a quien debemos reconocer como Dios Madre.[6]

Los primeros hombres, Adán y Eva

El primer varón y la primera mujer creados a imagen de Dios fueron Adán y Eva. Adán, quien fue creado a semejanza del Dios de imagen masculina, representa a Cristo, Dios Padre.


Adán, el cual era figura del que había de venir [Cristo].”

- Romanos 5:14


Eva, creada a semejanza del Dios de imagen femenina, es la esposa de Adán y representa a Dios Madre, quien es la Esposa de Cordero, del Espíritu.


“Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.”

- Génesis 3:20


Adán llamó a su esposa “Eva” (חַוָּה), que significa vida, y dijo que era la “madre de todos los vivientes”. El nombre “Eva” tiene un significado profético y representa a Dios Madre, la Madre espiritual, quien da vida a toda la humanidad.

Además, la creación de Adán y Eva[7] justo antes de que Dios reposara el día séptimo después de la creación de seis días profetizaba que Cristo en su segunda venida, representado por Adán, y Dios Madre, representada por Eva, aparecerán a toda la humanidad cuando se acerquen los mil años de reposo eterno. En otras palabras, en Apocalipsis 22:17, el Espíritu y la Esposa que dan el agua de la vida son Adán y Eva proféticos que aparecerán en los últimos días.[8]

El Espíritu y la Esposa vienen en forma humana

Comparativamente, así como Jesús vino en carne hace dos mil años, el Espíritu y la Esposa aparecen en forma humana y dan el agua de la vida, es decir, la salvación.

¿Es la esposa una ciudad real?

Algunos insisten en que la Esposa no se refiere a Dios Madre, sino a una ciudad real que desciende del cielo.[9] Si esta insistencia fuera correcta, el Espíritu descrito como el “Cordero” en Apocalipsis 19 y 21 debería ser un cordero real. El Esposo en el banquete de bodas celestial es descrito como un Cordero, pero no es un animal real. Del mismo modo, la Esposa, descrita como una ciudad, la Jerusalén celestial, no es una ciudad real.

Jesús dio el agua de la vida

Hace dos mil años, Jesús comparó la salvación de los santos y la entrada en el reino de los cielos con asistir a un banquete de bodas. El novio invita a los convidados al banquete de bodas.[10] El novio de la parábola representa a Jesús. Él invitó a los santos al banquete de bodas celestial, diciendo: “Vengan a mí”, para dar el agua de la vida a los sedientos. [11] Jesús, que dijo a los santos: “Vengan”, apareció en forma humana. El punto clave de la parábola del banquete de bodas celestial es que el Salvador vendrá al mundo en la carne e invitará a los santos al banquete de bodas para darles el agua de la vida.

El Espíritu y la Esposa dan el agua de la vida

La misma situación de hace dos mil años se repite en el libro de Apocalipsis que contiene la revelación de lo que ocurrirá en los últimos días. El Espíritu y la Esposa invitan a los santos al banquete de bodas y les dan el agua de la vida.[12][13] Ellos son Dios Padre y Dios Madre, que vienen en la carne como los Salvadores en los últimos días. Así como Jesús vino a este mundo en forma humana y dio el agua de la vida, el Espíritu y la Esposa aparecen juntos en forma humana como los Salvadores en los últimos días y dan el agua de la vida.

Véase también

Referencias

  1. «Mateo 28:19». 
  2. «Apocalipsis 21:5-7». 
  3. «El secreto del rápido crecimiento de la Iglesia de Dios». Revista mensual Chosun. 24 de marzo de 2017. 
  4. «Juan 1:29». 
  5. «Mateo 6:9». 
  6. «Gálatas 4:26». 
  7. «Génesis 1:27-31». 
  8. 8. Ahnsahnghong, Capítulo 24 “Lo perfecto y lo imperfecto”, El Misterio de Dios y la Fuente del Agua de la Vida, Compañía Editorial Melquisedec Ltda.
  9. «Apocalipsis 21:9–10». 
  10. «Mateo 22:1-10». 
  11. «Juan 7:37–38». 
  12. «Apocalipsis 19:7-9». 
  13. «Apocalipsis 22:17».