Jesucristo

De Enciclopedia de conocimiento de la Iglesia de Dios
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Cristo ante Pilato, de Mihály Munkácsy (1844-1900)

Jesucristo Dios en esencia, es el Salvador que vino en la carne y fue sacrificado en la cruz hace dos mil años para la salvación de toda la humanidad.[1] Después de bautizarse a los treinta años, comenzó su ministerio y predicó el evangelio del reino durante tres años de su vida pública, estableciendo el nuevo pacto. Fue rechazado por los judíos y los líderes religiosos de esa época y arrestado la noche en que estableció la Pascua del nuevo pacto, que contiene el perdón de pecados y la vida eterna. Murió en la cruz al día siguiente y resucitó al tercer día, y ascendió al cielo cuarenta días después. Antes de su ascensión, encomendó a sus discípulos la misión de predicar el evangelio del reino al mundo entero. Toda la vida de Jesús fue un cumplimiento de las profecías de la Biblia, y sacrificio y amor por la humanidad. La sangre preciosa de Cristo derramada en la cruz abrió el camino de la salvación para que la humanidad purificara sus pecados y entrara en el reino de los cielos.

El significado de Jesucristo

Jesucristo significa Jesús el Salvador. Es la combinación del nombre propio Jesús, que es uno de los nombres personales en Israel, y la palabra Cristo, que significa ungido, es decir, Salvador. En hebreo, Jesús se escribe Yehoshua (יְהוֹשֻׁעַַ), que significa “Jehová salva”. También se escribe Yeshua (יֵשׁוּעַ). Cristo deriva de la palabra griega khrīstós (Χριστ), que significa ungido, del verbo griego chrió (χρίω), que significa ungir.[2] La palabra Mesías, sinónimo de Cristo, también significa ungido. Es una palabra aramea equivalente a la palabra hebrea mâshîyach (מָשִׁיחַ) derivada del verbo mashákh (מָשַׁח), cuyo significado es ungir con aceite.[3][4][5]

Apariencia y entorno de Jesucristo

Cristo na Marcenaria de São José (Cristo en el taller de José), de Matteo Pagano

En el mundo actual, los medios de comunicación representan la apariencia de Jesucristo de forma bella y mística a través de diversas obras de arte.[6][7] Sin embargo, la apariencia de Jesús registrada en la Biblia se describió como muy ordinaria.[8][9] Jesús era un nombre común entre los judíos en aquel entonces.[10] Además, la vida y el entorno de Jesús no eran admirables a los ojos de la gente. Sin nada deseable en su apariencia, Jesús tenía una familia física, un trabajo como carpintero, y comida, ropa y vivienda ordinarias. A veces, comía con las manos sucias e incluso acompañaba a personas desaprobadas por la sociedad.[11][12][13] El aspecto físico de Jesús se convirtió en una justificación para que los judíos y los líderes religiosos lo rechazaran.

La vida de Jesucristo

En el libro de Isaías, había una profecía sobre el nacimiento de Dios como un niño. Pintura de alrededor del siglo xviii de un autor desconocido

La vida de Jesús fue una serie de sufrimientos desde su nacimiento hasta su muerte en la cruz. En el momento de su nacimiento, estuvo en peligro de perder la vida a manos del rey Herodes,[14] y después de bautizarse a los treinta años, enfrentó tentaciones del diablo.[15] Además, mientras predicaba el evangelio del reino de los cielos, la gente lo rechazó porque apareció como un “hombre”.[16] En la noche en que estableció la Pascua del nuevo pacto, fue traicionado por uno de sus discípulos, Judas Iscariote.[17] Arrestado por los soldados, Jesús fue llevado ante el concilio y crucificado después de haber sido ridiculizado, humillado, severamente azotado y torturado.[18] En la cruz cumplió el nuevo pacto de la Pascua, que nos da su carne y su sangre.[19] Resucitó al tercer día y antes de su ascensión encomendó a sus discípulos la misión de predicar el evangelio.[20][21] La vida de Jesús, marcada por un sufrimiento extremo, provocó una revitalización en la Iglesia primitiva y alumbró la luz de la salvación sobre la humanidad.

Nacimiento de Jesús

El nacimiento de Jesús se cumplió según las profecías del Antiguo Testamento. Según las profecías de los libros de Isaías y Miqueas (escritas alrededor del año 700 a. C.), Jesús fue concebido por la virgen María a través del Espíritu Santo y nació en un establo de Belén.[22][23] Cuando el rey Herodes se enteró de la noticia del nacimiento de Cristo por los magos del oriente, dio la orden de matar a todos los niños menores de dos años que vivían en Belén; pero con la ayuda de Dios, Jesús huyó a Egipto.[14][24] Por mucho que Satanás intentara detener la venida del Salvador, no pudo alterar el plan predestinado de Dios.[25][26]

Comienzo del ministerio de Jesús (bautismo)

El ministerio de Jesús comenzó cuando fue bautizado por Juan el Bautista a los treinta años.[27] Juan el Bautista, que bautizó a Jesús, recibió la misión de Elías de preparar el camino para la venida de Cristo en la carne.[28][29][30] Después de ser bautizado por Juan el Bautista, Jesús salió al desierto, donde oró y ayunó por cuarenta días. Tras ayunar y orar, fue tentado por el diablo, pero resistió firmemente todas las tentaciones con las palabras de la Biblia.[15]

Predicación del evangelio del reino

Jesus Christ Guérissant l’aveugle (Jesucristo sana a un ciego), de Eustache Le Sueur

Después de vencer las tentaciones del diablo, Jesús comenzó a predicar el evangelio del reino.[31] Sanó a los enfermos y extendió la mano de salvación a los abandonados. Orando desde muy temprano, se iba a predicar a cada pueblo y enseñaba sobre las bendiciones espirituales de entrar en el reino de los cielos.[32] No obstante, los judíos y líderes religiosos de esa época rechazaron a Jesús enfocándose únicamente en sus aspectos físicos. Incluso trataron de apedrearlo, diciendo: “Tú, siendo hombre, te haces Dios”.[16] Sus parientes también trataron de prenderlo pensando que estaba fuera de sí.[33] En medio del menosprecio y la persecución, Jesús se apiadó de la gente e iba a cada ciudad y aldea a predicar el evangelio del reino.[34]

Semana de Pasión (desde la entrada en Jerusalén hasta el sufrimiento en la cruz)

La Semana de la Pasión se refiere a la semana desde el día de la entrada de Jesús en Jerusalén, montado en un pollino, hasta su muerte en la cruz. Durante la Semana de la Pasión, Jesús celebró la Pascua del nuevo pacto con sus discípulos y fue arrestado por los soldados esa noche. Atravesó severos sufrimientos hasta el día siguiente y luego fue sacrificado en la cruz. Las obras del sufrimiento de Jesús, que se cumplieron según las profecías de Isaías, contienen el amor de Cristo por la salvación de la humanidad.

La obra de Jesús durante la Semana de la Pasión
Día de la semana Acción Explicación
Dom. Entra en Jerusalén • Jesús entra en Jerusalén montado en un pollino.[35]
• En el momento de su entrada, la multitud tiende sus mantos y ramas de árboles en el camino y recibe a Jesús, agitando palmas.[36]
Lun. Maldice la higuera y purifica el templo • Jesús maldice la higuera que no tenía fruto; la higuera se secó y murió después.[37]
• Jesús reprende a los que compran y venden en el templo y los expulsa.[38]
Mar.

Mié.

Enseña mediante parábolas y profecías Disputa con los líderes religiosos

• Los líderes religiosos discuten con Jesús, y Él revela sus errores a través de la palabra de Dios.[39]

Profecía de los últimos días y la segunda venida de Jesús
• Jesús da a conocer a sus discípulos las profecías sobre la destrucción de Jerusalén, su segunda venida y las señales del fin del siglo.
• Jesús profetiza que ocurrirán desastres y aparecerán falsos Cristos en los últimos días.[40]
• Con respecto a las señales de la segunda venida de Cristo, Jesús dice a los discípulos que aprendan la parábola de la higuera.[41]
• Los líderes religiosos traman una forma de matar a Jesús; Judas Iscariote recibe de ellos treinta monedas de plata y busca una oportunidad para entregar a Jesús.[42]

Jue. La última Pascua La Pascua del nuevo pacto guardada con sus discípulos

• Jesús envía a Pedro y a Juan a hacer los preparativos para la Pascua.[43]
• Antes de la Santa Cena de la Pascua, Jesús realiza la Ceremonia del Lavado de Pies, lavando los pies de sus discípulos.[44]
• Durante la Santa Cena de la Pascua, Jesús promete el perdón de pecados, diciéndoles a sus discípulos que coman el pan y beban el vino de la Pascua que representan su carne y su sangre.[19]
• Jesús profetiza que uno de sus discípulos lo entregará y que Pedro lo negará.[45][46]

Arrestado después de orar en Getsemaní
• En la noche de la Pascua, Jesús ora intensamente en el huerto de Getsemaní, pensando en los sufrimientos inminentes; sus discípulos ignoran lo que sucederá y se quedan dormidos.[47]
• Las personas que llegaron con Judas Iscariote arrestan a Jesús.[17]
• Todos los discípulos huyen y Jesús es llevado ante el sumo sacerdote Caifás. Es juzgado y sufre siendo escupido y golpeado con los puños.[48]
• Pedro, que contemplaba todo, niega a Jesús tres veces; al escuchar el canto del gallo, recuerda las palabras de Jesús y llora amargamente.[49]

Vie. Sufrimiento en la cruz Interrogatorio y sufrimiento repetidos
• Al amanecer de la Fiesta de los Panes sin Levadura, el día siguiente de la Pascua, los principales sacerdotes y los ancianos acuerdan matar a Jesús y llevarlo ante el gobernador Pilato.[50]
• Al ver que Jesús es inocente, Pilato intenta liberarlo de acuerdo con la costumbre de soltar a un preso en la fiesta. Cuando se les pregunta si quieren soltar a Barrabás, el asesino, o a Jesús, la gente grita y exige a Pilato que suelte a Barrabás y crucifique a Jesús. Pilato sentencia a Jesús a la crucifixión.[51]
• Después de ser azotado y ridiculizado por los soldados, es llevado al Gólgota, cargando la cruz.[52]

Muerte en la cruz
• A la hora tercera (alrededor de las 9 a. m.), los soldados clavan las manos y los pies de Jesús. Sobre su cabeza pusieron su causa escrita: EL REY DE LOS JUDÍOS.[53]
• Después de ser crucificado y sufrir durante seis horas, Jesús pronuncia sus últimas palabras: “Consumado es”, y muere a la hora novena (alrededor de las 3 p. m.).[54]
• En el momento de la muerte de Jesús, la cortina del templo se rasga en dos, de arriba abajo.[55]


Sepultado en la tumba de un rico llamado José
• Un hombre rico llamado José le pide a Pilato el cuerpo de Jesús y lo recibe. Envuelve su cuerpo en una sábana limpia y lo coloca en su propio sepulcro nuevo que había labrado en la peña. Hace rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro.[56]

Resurrección y ascensión de Jesús

Jesús murió en la cruz y resucitó al tercer día. Después de su resurrección, recordó a sus discípulos las profecías de la Biblia y les enseñó a predicar el evangelio a todas las personas del mundo hasta que ascendió.[57][58] Junto al mar de Tiberias, pidió a Pedro que cuidara de los santos, diciendo: “Apacienta mis ovejas”.[59] El día cuarenta después de su resurrección, Jesús ascendió al cielo. Ordenó a sus discípulos que no salieran de Jerusalén hasta que recibieran el don del Espíritu Santo. Jesús dijo que una vez que recibieran el Espíritu Santo, debían ir a Samaria y hasta lo último de la tierra para ser sus testigos.[21] Los discípulos, desalentados por la muerte de Jesús, restablecieron su fe firme mediante la resurrección y ascensión de Jesús. Mientras se predicaba con denuedo acerca de Jesucristo en varios lugares, se llevó a cabo una obra explosiva del evangelio en la Iglesia primitiva.

Las profecías bíblicas

Jesús explicó que las Escrituras (Biblia) dan testimonio del Salvador.[60] Cuando dijo esto, se refería al Antiguo Testamento, ya que el Nuevo Testamento aún no se había escrito. En el Antiguo Testamento, hay profecías sobre la venida de Jesús como el Salvador. Entre ellas, el libro de Isaías profetizó que Jehová Dios vendría a la tierra en la carne como el Salvador; esta profecía fue cumplida por Jesucristo. Los judíos de ese entonces rechazaron a Jesús por sus aspectos físicos y crucificaron al Mesías que habían anhelado. Los apóstoles, sin embargo, creyeron en las profecías de la Biblia y aceptaron a Jesús como su Salvador.

Cristo testificado a través de la Biblia

Jesus mit den Jüngern vor Emmaus (Jesús con los discípulos en Emaús), de Adolf Zimmermann (1799-1859)

El cumplimiento de las profecías de la Biblia por parte de Jesús es la evidencia contundente de que es Cristo. Él cumplió todas las profecías bíblicas desde el momento de su nacimiento hasta después de su sufrimiento en la cruz.

Jesús testificó que Él es el Salvador mediante la Biblia. Cuando Juan el Bautista le preguntó: “¿Eres tú aquel que había de venir?”, Jesús le explicó las profecías bíblicas.[61] Cuando los discípulos se encontraron con Jesús en su camino a Emaús, aunque no lo reconocieron, Jesús dio testimonio de sí mismo con las Escrituras.[57] Los apóstoles como Juan y Pablo entendieron a través de la Biblia que Jesús era Cristo y proclamaron su nombre al mundo.[62][1]

Jesús en su naturaleza es Dios Padre

Aunque Jesús estaba en la carne, Él es Dios en esencia.[1] En el Antiguo y el Nuevo Testamento hay muchas evidencias que muestran que Jesús es Dios Padre (Jehová). Los apóstoles, que comprendieron la esencia de Jesús mediante la Biblia, testificaron que Él era Dios que vino en la carne.[63]
Aunque Dios es omnisciente y digno de ser glorificado, la razón por la cual apareció en la tierra en la carne fue guiar a la humanidad a la salvación. Dado que la humanidad está destinada a morir a causa del pecado,[64] Dios vino en cuerpo para morir en lugar de su pueblo, que debería morir como castigo por sus pecados. El nuevo pacto es una ley especial establecida por Jesús con su preciosa carne y su sangre. A través de esta ley, la humanidad puede recibir el perdón de pecados y la vida eterna. El Antiguo Testamento profetizó que Jehová Dios establecería un nuevo pacto, la ley del perdón de pecados.[65]
A continuación, se muestra el testimonio bíblico sobre Jesús como Dios Padre en esencia.

Título Explicación Versículos bíblicos
Dios Padre El libro de Isaías menciona que el Salvador nacido como hijo y como niño es “Dios Fuerte” y “Padre Eterno”. Jehová Dios es llamado “Padre”. Esto significa que Jesús es Dios Padre.[66][67] Is 9:6
Emanuel Jesús cumplió la profecía sobre Emanuel en el Antiguo Testamento. Emanuel significa “Dios con nosotros”. Lo cual significa que Jesús es Dios Padre. Is 7:14
Mt 1:19-23
Salvador En el Antiguo Testamento se menciona a Jehová Dios como el único Salvador; y en el Nuevo Testamento está escrito que Jesús es el único Salvador. Esto significa que Jehová Dios en la época del Padre es Jesús en la época del Hijo. Is 43:11
Hch 4:11-12
Señor del Día de Reposo En el Antiguo Testamento, Jehová Dios dice: “En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo”; y en el Nuevo Testamento está escrito que Jesús es el Señor del Día de Reposo. Esto significa que Jesús es Jehová Dios, el Señor del Día de Reposo.

Ex 31:13
Mr 2:28

Alfa y Omega Las letras griegas alfa y omega significan primero y último. En el libro de Apocalipsis está escrito que Jehová Dios y Jesús son tanto el Alfa como la Omega. Esto implica que Jesús y Jehová Dios son uno y el mismo. Ap 1:8
Ap 22:13

La razón por la cual Dios vino en la carne

  • El rescate por la salvación de la humanidad
Jesús dijo que dio su vida en rescate para la salvación de la humanidad.[68] El apóstol Pablo enfatizó que Jesús demostró su amor al morir por la humanidad, los pecadores.[69] Esto también se puede entender a través de la ley del Antiguo Testamento, la cual es una sombra. En el Antiguo Testamento, el pueblo recibía el perdón de pecados mediante el sacrificio de animales como ovejas y cabras. Asimismo, en el Nuevo Testamento, Jesús, que no tenía pecado, fue sacrificado por los pecados de la humanidad en su lugar.[70][71] El ejemplo representativo de esto es el sacrificio de los corderos de la Pascua en el Antiguo Testamento.[72] Así como los israelitas escaparon de la muerte mediante la carne y la sangre de los corderos en la Pascua,[73] la humanidad puede escapar de la muerte y recibir la vida eterna a través de la carne y la sangre de Jesús prometidas en la Pascua del nuevo pacto.[74][75] En el día de la Pascua, Jesús estableció el nuevo pacto al prometer su carne y su sangre a través del pan y el vino. Al día siguiente, cumplió el pacto al morir en la cruz desgarrando su carne y derramando su sangre.
  • El nuevo pacto

Otra razón por la que Jesús tuvo que venir en la carne fue establecer el nuevo pacto, la verdad de vida. En el libro de Jeremías estaba profetizado que Dios establecería el nuevo pacto.[65] Y en el libro de Malaquías también se profetizó que Jehová vendría como el mensajero del pacto.[76] Al establecer el nuevo pacto, Jesús cumplió ambas profecías. Dios mismo se hizo carne y estableció la ley del nuevo pacto que da a la humanidad el perdón de pecados y la vida eterna.[19]

  • Jesús dio ejemplo de cómo ir al cielo

Jesús vino en la carne para dar ejemplo a la humanidad de cómo entrar en el reino de los cielos. Toda la obra de Jesús está estrechamente relacionada con la salvación de la humanidad. Lo más notable de toda su obra fue la celebración de la Pascua del nuevo pacto. Aunque Jesús no tiene pecado, guardó la Pascua del nuevo pacto para que la humanidad recibiera el perdón de pecados.[74] Antes de la Santa Cena de la Pascua, Jesús lavó los pies de sus discípulos durante la Ceremonia del Lavado de Pies.[44] Con respecto a esto, Jesús dijo: “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”.[77] Además, Jesús se bautizó como una ceremonia del perdón de pecados,[78] guardó el Día de Reposo conforme a su costumbre,[79] oró constantemente y predicó el evangelio del reino.[32] De esta manera, dio ejemplo a sus discípulos de cómo recibir la salvación. Toda la obra que hizo durante su ministerio público contenía una voluntad de llevar a la humanidad al cielo siguiendo su ejemplo. Si Dios no viene en carne, es imposible que la gente conozca el camino para entrar en el cielo.

Las enseñanzas de Jesucristo

Christ teaching in the temple (Cristo enseñando en el templo), de O. A. Stemler y Bess Bruce Cleaveland

Durante su ministerio, Jesús enseñó con amor y sacrificio para guiar a la humanidad al reino de los cielos. Él vino como la realidad de las ofrendas de sacrificio en el Antiguo Testamento y cumplió las reglas del nuevo pacto al derramar su sangre de sacrificio en la cruz. Nos recordó el valor del reino de los cielos y nos dio esperanza en el cielo. También nos enseñó que Dios es “nuestro Padre que está en los cielos”. Aunque es Dios en esencia, dio personalmente un ejemplo de humildad y servicio. Antes de ascender al cielo, encomendó a sus discípulos la misión de predicar el evangelio.

Las reglas del nuevo pacto

El nuevo pacto es la verdad de vida establecida por Jesús para la salvación de la humanidad. El antiguo pacto en el Antiguo Testamento es una sombra; y el nuevo pacto es su realidad. Así como los animales se usaban como sacrificios derramando su sangre para expiar los pecados del pueblo en el Antiguo Testamento, Jesús, la realidad de esos sacrificios, cumplió las reglas del nuevo pacto al derramar la sangre de su sacrificio en la cruz por los pecados de la humanidad en el Nuevo Testamento. La Biblia registra las fiestas del nuevo pacto, enseñadas por Jesús, como el Día de Reposo (una fiesta semanal), la Pascua, el Día de Pentecostés, la Fiesta de los Tabernáculos, etc. (las siete fiestas anuales de tres tiempos).[79][74][80][81] Entre ellas, Jesús celebró la Pascua del nuevo pacto con sus discípulos el día anterior a su muerte en la cruz, y prometió el perdón de pecados y la vida eterna mediante esta fiesta. Si comprendemos la providencia de Dios contenida en esta fiesta, entenderemos que el nuevo pacto es el amor de Dios y que el amor es el cumplimiento de la ley.

  • La Pascua del nuevo pacto
La Santa Cena de la Pascua conocida como la “última cena”.

La última cena, la famosa pintura de Leonardo da Vinci(1452-1519), representa la escena de Jesús celebrando la última cena con sus discípulos el día anterior a su muerte en la cruz. El nombre bíblico de esta cena es la Pascua del nuevo pacto. Está escrito en la Biblia que Jesús deseó ansiosamente celebrar la Pascua.[82] La razón por la que deseaba tan ansiosamente celebrar la Pascua era que estaba directamente relacionada con la salvación de la humanidad. La humanidad está destinada a morir a causa de sus pecados, pero puede recibir la redención a través de la sangre de Cristo.[64][83][84] Jesús dijo que el pan y el vino de la Pascua son su carne y su sangre. Y prometió que su pueblo puede recibir el perdón de pecados y la vida eterna a través de la Pascua.[74][75] En el día de la Pascua del nuevo pacto, Dios prometió dar su carne y su sangre. Al día siguiente, Jesús cumplió el pacto de la Pascua cuando su carne fue desgarrada y su sangre fue derramada en la cruz.[85] Jesús abrió el camino al perdón de pecados y la salvación de la humanidad muriendo en la cruz por sus pecados en su lugar.


“Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.”

- Lucas 22:19-20


  • El mandamiento nuevo es el amor

Jesús dio a sus discípulos un mandamiento nuevo: “Amaos unos a otros”.[86] El mandamiento nuevo y la Pascua del nuevo pacto son inseparables. Esto se puede entender mediante el principio del amor contenido en la Pascua del nuevo pacto. Jesús permitió que los santos se hicieran uno con Él al comer su carne y beber su sangre a través de la Pascua del nuevo pacto. Con esta fiesta, los santos llegan a ser un solo cuerpo en Cristo.[87] Aunque no saben amar a los demás porque son malos por naturaleza, los santos unidos al guardar la Pascua del nuevo pacto llegan a amarse unos a otros como a sí mismos.

Los hermanos llegan a ser un cuerpo en Jesús por comer juntos la carne y la sangre de Él, y llegan a amarse unos a otros como a su propio cuerpo. […] Ahora somos un solo cuerpo en Jesús; ¿acaso habrá alguien que odie su propio cuerpo? No sabemos amar porque somos malos por naturaleza, pero ya que la carne y la sangre de Jesús están en nosotros, podemos amar a nuestros hermanos.
— Ahnsahnghong, El Misterio de Dios y la Fuente del Agua de la Vida, p.223, Compañía Editorial Melquisedec Ltda.

Esperanza en el reino de los cielos

Jesús nos enseñó acerca de la existencia y el valor del reino de los cielos, que la humanidad desconocía. A través de parábolas como “el tesoro escondido en el campo” y “la perla de gran precio”, dio a su pueblo la esperanza en el cielo.[88] También compartió los requisitos necesarios para entrar en el reino de los cielos a través del sermón del monte. Los que son perseguidos por causa de la justicia y hacen la voluntad de Dios pueden entrar en el reino de los cielos.[89][90] Jesús nos enseñó a acumular tesoros en el cielo para que nuestros corazones pudieran anhelar el cielo.[91] La humanidad considera vivir en la tierra como todo; sin embargo, Jesús nos enseñó sobre el reino de los cielos donde no hay muerte, dolor ni llanto.[92]

La relación entre Dios y nosotros

A través del padre nuestro, Jesús reveló que Dios y su pueblo tienen la misma relación que un padre con sus hijos.[93] La palabra padre se usa dentro de una familia. Así como hay familias físicas en la tierra, también hay una familia espiritual en el cielo.[94][95][96][97] Esto significa que Dios y los santos son una familia espiritual unida por el amor.

Humildad y servicio

Jesús lavó los pies de sus discípulos antes de la Santa Cena de la Pascua. Dio personalmente un ejemplo de humildad y servicio.

Las enseñanzas de Jesús sobre la humildad y el servicio están escritas en toda la Biblia. A través de la parábola de la oración del fariseo y el publicano, Jesús enseñó que cualquiera que se humilla será enaltecido.[98] Nos enseñó a humillarnos y a servir a los demás dándonos ejemplo. Un buen ejemplo es la Ceremonia del Lavado de Pies, que se conmemora antes de la Santa Cena de la Pascua. En aquella época, lavar los pies de alguien era la función de una persona en una posición inferior, como un sirviente.[99][100] Sin embargo, Jesús mismo lavó los pies de los discípulos.[44] Al respecto, dijo: “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”.[77]

La misión de predicar el evangelio

Antes de su ascensión al cielo, Jesús encomendó a sus discípulos la misión de predicar el evangelio. Le preguntó a Pedro tres veces: “¿Me amas?”. Cada vez que Pedro respondía que lo amaba, Jesús le enseñaba a cuidar de los santos comparados con ovejas.[59] Jesús también ordenó a sus discípulos que predicaran el evangelio, diciéndoles: “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”.[20] Después de la ascensión de Jesús, en obediencia a sus enseñanzas, los apóstoles se esforzaron por salvar almas predicando el evangelio del nuevo pacto en varios lugares.

Véase también

Referencias

  1. 1,0 1,1 1,2 «Filipenses 2:5-8». 
  2. «5547. Christos». Biblehub. «Christos: the Anointed One, Messiah, Christ, Word Origin: from chrió ». 
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  4. Smith, S., & Cornwall, J. (2017). The Complete Dictionary of Bible Names (16pt Large Print Edition). ReadHowYouWant.com, Limited. p. 99
  5. «4899. mashiach». Biblehub. «Word Origin: from mashach, Definition: anointed ». 
  6. «Is this the face of Christ?». BBC. 26 de marzo de 2001. 
  7. «The Ongoing Mystery of Jesus's Face». HISTORY. 22 de marzo de 2021. 
  8. «Isaías 53:1-2». 
  9. capítulo 11 “Acerca de Jesús”, El Misterio de Dios y la Fuente del Agua de la Vida, Ahnsahnghong, p. 88, Compañía Editorial Melquisedec Ltda.
  10. «Colosenses 4:11». 
  11. «Mateo 13:55-56». 
  12. «Lucas 11:37-38». 
  13. «Lucas 15:1-2». 
  14. 14,0 14,1 «Mateo 2:16-18». 
  15. 15,0 15,1 «Mateo 4:1-11». 
  16. 16,0 16,1 «Juann 10:30-33». 
  17. 17,0 17,1 «Mateo 26:47-56». 
  18. «Mateo 26:57 to 27:44». 
  19. 19,0 19,1 19,2 «Lucas 22:19-20». 
  20. 20,0 20,1 «Mateo 28:19-20». 
  21. 21,0 21,1 «Hechos 1:3-9». 
  22. «Isaías 9:6». 
  23. «Miqueas 5:2». 
  24. «Mateo 2:13-15». 
  25. Isaías 14:24, 27
  26. capítulo 4 “Moisés y Jesús”, El Misterio de Dios y la Fuente del Agua de la Vida, Ahnsahnghong, p. 28, Compañía Editorial Melquisedec Ltda.
  27. «Lucas 3:21-23». 
  28. «Isaías 40:3». 
  29. «Malachi 4:5-6». 
  30. «Mateo 17:12-13». 
  31. «Mateo 4:17». 
  32. 32,0 32,1 «Marcos 1:35-38». 
  33. «Marcos 3:21». 
  34. «Mateo 9:35-36». 
  35. «Marcos 11:1-2». 
  36. «Marcos 11:7-11». 
  37. Marcos 11:12-14, Marcos 19-21
  38. «Marcos 11:15-19». 
  39. «Lucas 20:21-26». 
  40. «Mateo 24:3-8». 
  41. «Mateo 24:32-33». 
  42. «Marcos 14:10-11». 
  43. «Lucas 22:7-13». 
  44. 44,0 44,1 44,2 «Juan 13:1-7». 
  45. «Juan 13:21». 
  46. «Juan 13:36-38». 
  47. «Mateo 26:36-40». 
  48. «Mateo 26:59-68». 
  49. «Lucas 22:60-62». 
  50. «Mateo 27:1-2». 
  51. «Mateo 27:24-26». 
  52. «Mateo 27:30-31». 
  53. «Mateo 27:35-37». 
  54. «Juan 19:30». 
  55. «Mateo 27:51-53». 
  56. «Mateo 27:57-60». 
  57. 57,0 57,1 «Lucas 24:25-27». 
  58. «Marcos 16:15–16». 
  59. 59,0 59,1 «Juan 21:15-17». 
  60. «Juan 5:39». 
  61. «Mateo 11:2-5». 
  62. «Juan 1:1, 14». 
  63. «1 Timoteo 2:5». 
  64. 64,0 64,1 «Romanos 6:23». 
  65. 65,0 65,1 «Jeremías 31:31-34». 
  66. «Isaías 63:16». 
  67. «Isaías 64:8». 
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  69. «Romanos 5:6-9». 
  70. «Hebreos 4:14-15». 
  71. capítulo 2 “Las siete fiestas de tres tiempos”, El Misterio de Dios y la Fuente del Agua de la Vida, Ahnsahnghong, pp. 21-22, Compañía Editorial Melquisedec Ltda.
  72. «1 Corintios 5:7». 
  73. «Éxodo 12:10-14». 
  74. 74,0 74,1 74,2 74,3 «Mateo 26:19-28». 
  75. 75,0 75,1 «Juan 6:53-54». 
  76. «Malaquías 3:1». 
  77. 77,0 77,1 «Juan 13:15». 
  78. «Lucas 3:3-21». 
  79. 79,0 79,1 «Lucas 4:16». 
  80. «Hechos 2:1-41». 
  81. «Juan 7:2-37». 
  82. «Lucas 22:15». 
  83. «Efesios 1:7». 
  84. «1 Pedro 1:18-19». 
  85. «Juan 19:34». 
  86. «Juan 13:34». 
  87. «1 Corintios 10:16-17». 
  88. «Mateo 13:44-46». 
  89. «Mateo 5:3, 10». 
  90. «Mateo 7:21-23». 
  91. «Mateo 6:20-21». 
  92. «Apocalipsis 21:4». 
  93. «Mateo 6:9». 
  94. «Hebreos 8:5». 
  95. «Hebreos 12:9». 
  96. «2 Corintios 6:18». 
  97. «Gálatas 4:26». 
  98. «Lucas 18:9-14». 
  99. «WASHING OF FEET». The Bible Cyclopaedia John W. Parker, West Strand. 1843. p. 1340. 
  100. Mrs. Humphrey Ward (1834). «Q. Why is the ceremony of washing the feet so often mentioned in the Old and New Testament?». A Guide to Jewish History, ceremonies, manners, and customs, ancient and modern, in the form of question and answer, by the authoress of "the Child's Guide to Knowledge." Simpkin, Marshall. p. 109.