El Espíritu Santo

De Enciclopedia de conocimiento de la Iglesia de Dios
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El Espíritu Santo es un término que se refiere al Espíritu de Dios.

Espíritu Santo es un término que se refiere al Espíritu de Dios. Aparece por primera vez en el libro de Génesis. En el primer capítulo está escrito: “El Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas” (Génesis 1:2); el “Espíritu de Dios” es el Espíritu Santo. La palabra hebrea rúakh (רוּחַ), que significa dios o espíritu, está escrita en griego como pneuma (πνεῦμα) en el Nuevo Testamento.[1] Rúakh y pneuma también se refieren al viento, aliento y respiración.

¿Qué es el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios que ora[2] y se contrista por los santos.[3] No es una fuerza activa ni intangible. Según la Trinidad, Él es Dios Padre y Dios Hijo. En otras palabras, Él es Dios en su naturaleza. Desde el principio hasta ahora, Él siempre ha trabajado estando con el pueblo de Dios en todas las épocas[4][5] y vino en la carne como Jesús hace dos mil años.[6] La Biblia profetiza que el Espíritu aparecerá en los últimos días y dará el agua de la vida a la humanidad. Cuando los cristianos reciben el poder del evangelio de Dios, dicen de manera breve que han “recibido el Espíritu Santo”.[7][8]

¿Quién es el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo es Dios que está en Espíritu

El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios. Dios y su Espíritu no son diferentes, sino el mismo. Es porque Dios es Espíritu por naturaleza.

“Dios es espíritu”

- Juan 4:24


Así como tenemos un espíritu dentro de nosotros que puede comprender plenamente nuestros pensamientos, el Espíritu escudriña los pensamientos e incluso lo profundo de Dios. Se debe a que Él es Dios mismo. Esto sería imposible si el Espíritu Santo fuera un ser separado de Dios. Es porque nadie conoce los pensamientos de Dios excepto Él mismo.[9]

El Espíritu Santo y Dios Hijo son el mismo

El Antiguo Testamento profetizó que Dios Padre vendría a la tierra en cuerpo, naciendo como hijo.[10] Jesús es quien cumplió esta profecía,[11] y en el Evangelio de Mateo se expresa que Él fue concebido del Espíritu Santo.[6] Esto significa que Dios Padre y Dios Hijo son el mismo, y que Dios Padre y el Espíritu Santo son el mismo, y que Jesús es el Espíritu Santo. Hay muchas partes en la Biblia que muestran que Jesús y el Espíritu Santo son el mismo.

  • El apóstol Pablo escribió que el Espíritu Santo oró por los santos y también escribió que Jesús oró por los santos.

“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. [...] ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”

- Romanos 8:26-34

  • El apóstol Pedro dijo que la Biblia fue escrita por los hombres inspirados por el Espíritu Santo, y también escribió que los profetas fueron conmovidos por el Espíritu de Cristo.

“entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

- 2 Pedro 1:20-21

“Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.”

- 1 Pedro 1:10-11

  • La Biblia también dice que lo que hace el Espíritu Santo es hecho por Jesús o el Espíritu de Jesús.

“[...] el Espíritu Santo no les permitió anunciar el mensaje en la provincia de Asia, [...] pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió.”

- Hechos 16:6-7(DHH)


A través de estas palabras, podemos entender que Jesús y el Espíritu Santo son uno y el mismo.

El Espíritu Santo es el Salvador en la época del Espíritu Santo

El Espíritu Santo también se refiere a Jesús en su segunda venida, el Salvador en la época del Espíritu Santo. Hay muchos versículos de la Biblia que demuestran esto.

  • El nombre del Espíritu Santo fue mencionado junto con el nombre del Padre, quien fue el Salvador en la época del Padre, y el nombre del Hijo, quien fue el Salvador en la época del Hijo. Esto significa que el nombre del Espíritu Santo es el nombre del Salvador en la época del Espíritu Santo.

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo [...]”

- Mateo 28:19-20


En el libro de Apocalipsis, el nombre del Espíritu Santo está profetizado como el nombre nuevo de Jesús.[12][13] Por lo tanto, el “Espíritu Santo” en Mateo 28:19 indica a Jesús en su segunda venida, que es el Salvador de la época del Espíritu Santo.

  • En Apocalipsis 19 hay una profecía de que el Cordero y su Esposa aparecerán y harán un banquete en los últimos días.

“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. [...] Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.”

- Apocalipsis 19:7-9


El “Cordero” aquí se refiere a Jesús.[14] En este versículo, el Cordero se refiere a Jesús en su segunda venida porque aparece con la Esposa; Jesús no apareció con la Esposa en su primera venida. No obstante, en el mismo libro de Apocalipsis 22 no está profetizado que “el Cordero y la Esposa”, sino que “el Espíritu y la Esposa” aparecerán y darán el agua de la vida a la humanidad. Esto significa que Jesús en su segunda venida es el Espíritu Santo.

“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”

- Apocalipsis 22:17

  • Jesús también dijo que enviaría al Consolador, refiriéndose a venir con un nombre diferente.

“Y yo [Jesús] rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, [...] vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.”

- Juan 14:16-20


Jesús dijo que enviaría al Consolador, y que Él mismo vendría. Esto significa que vendría de nuevo como el Consolador. En la Biblia, el “Consolador” que vendría en el futuro indica al Espíritu Santo.[15] A través de estas palabras, podemos ver que Jesús, que viene por segunda vez, es el Espíritu Santo.

Malinterpretación y verdad sobre el Espíritu Santo

¿Es el Espíritu Santo una fuerza activa como una onda eléctrica o energía?

Algunos insisten en que el Espíritu Santo es simplemente una fuerza activa o energía de Dios; sin embargo, la Biblia dice claramente que el Espíritu Santo es una persona que tiene pensamientos y emociones.

Evidencia Versículos y explicaciones
Se contrista. Versículo “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Efesios 4:30)
Explicación El Espíritu Santo juzga y se preocupa por los santos cuando hacen el mal.
Gime, ora y piensa Versículo “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.” (Romanos 8:26-27)
Explicación Solo los seres que tienen pensamientos y emociones pueden gemir. Que ore por nosotros significa que también entiende las dificultades de los santos, se preocupa por ellos y tiene la habilidad de pensar. La expresión “intención” del Espíritu apoya esto.
Habla con los santos. Versículo “Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.” (Hechos 8:29)

“Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado.” (Hechos 10:19-20)

Explicación Fue el Espíritu quien les dijo a Felipe y a Pedro qué hacer. Esto significa que el Espíritu puede pensar qué decir y expresarlo.

¿Los ángeles actúan como el Espíritu Santo?

Algunas personas dicen que no hay diferencia entre los ángeles y el Espíritu Santo, o que los ángeles desempeñan el rol del Espíritu Santo. Sin embargo, hay una diferencia fundamental entre los ángeles y el Espíritu Santo.

  • En la Biblia, los ángeles son descritos en plural[16] y el Espíritu Santo es descrito en singular.[17][18]
  • Además, los ángeles pueden pecar contra la voluntad de Dios, ser encarcelados en el infierno,[19] y ser juzgados por los santos que serán salvos.[20] Pero no hay registros que digan que el Espíritu Santo es sentenciado a juicio.
  • Está escrito que los ángeles anhelan mirar el evangelio predicado por aquellos que son inspirados por el Espíritu Santo.[21] Esto quiere decir que los ángeles no conocen la misteriosa providencia de Dios; sin embargo, el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.[22]

¿Tenemos que hablar en lenguas si hemos recibido el Espíritu Santo?

Primero, necesitamos entender lo que significa recibir el Espíritu Santo. En este contexto, el Espíritu Santo no se refiere a Dios que está en espíritu sino al Espíritu Santo como un don. El poder del Espíritu Santo se muestra a través de aquellos con quienes está el Espíritu. Tal poder o talento se llama el don del Espíritu Santo que se da a través de su gracia.[23] Recibir el don del Espíritu Santo a menudo se expresa como recibir el Espíritu Santo. La gente malinterpreta que el Espíritu Santo es algún tipo de energía de Dios o una onda eléctrica porque no distinguen adecuadamente al Espíritu Santo de los dones del Espíritu Santo.

Algunos insisten en que sin falta debemos hablar en lenguas como prueba de haber recibido el Espíritu Santo (exactamente, haber recibido los dones del Espíritu Santo). En el libro de Hechos, hay un registro acerca de los apóstoles que guardaron el Día de Pentecostés, fueron llenos del Espíritu Santo y predicaron el evangelio en diferentes lenguas según el Espíritu les permitía.[24] A través de la Biblia, podemos entender que hablar en lenguas no es el único don que otorga el Espíritu Santo. Aunque hay un Espíritu Santo, hay diferentes clases de dones del Espíritu Santo.[25] Por tanto, hablar en lenguas no puede ser la única prueba de haber recibido el Espíritu Santo.

La obra del Espíritu Santo

Pablo predicando en Atenas, de George Baxter: el Espíritu Santo del Día de Pentecostés se convirtió en un catalizador para difundir el evangelio por todo el mundo.

El poder del Espíritu Santo se muestra a través de aquellos que están con el Espíritu Santo, y la asombrosa obra de salvación se lleva a cabo por medio de ellos. En el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo llegó a personas específicas, como un juez o un profeta, y les dio el poder para resolver problemas o profetizar. No obstante, en el Nuevo Testamento, el poder del Espíritu Santo descendió sobre todos los discípulos que se dedicaron a la oración.[24] Esto significa que llegó el momento de que el Espíritu Santo obrara a través de todos los que fueron purificados por la sangre de Cristo, no solo de una o dos personas.[26][25][27]

La obra del Espíritu Santo en el tiempo de la Iglesia primitiva

Antes de ascender al cielo, Jesús dijo: “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí”.[28] Siguiendo estas palabras, los discípulos se reunieron en Jerusalén, uniéndose en oración.[29]
El quincuagésimo día después de la resurrección de Jesús, de repente vino un sonido como el de un viento recio que llenó toda la casa donde estaban sentados. Se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. El poder del Espíritu Santo descendió sobre ellos.[24]
Los discípulos, que estaban revestidos del poder del Espíritu Santo, comenzaron a predicar el evangelio en otras lenguas que no conocían. En un día, después de escuchar acerca del mensaje del evangelio que los discípulos predicaban en sus propios idiomas, tres mil personas se arrepintieron y se bautizaron.[30] A medida que el número de personas que creían en Jesús aumentaba cada día de forma explosiva, los líderes del judaísmo amenazaron y encarcelaron a los apóstoles. Sin embargo, en lugar de ceder a la persecución, los apóstoles predicaron la palabra de Dios con más valor y con un mismo corazón. Desde entonces, el evangelio, que permaneció dentro de la comunidad judía, se extendió por todo el mundo.

La profecía sobre el Espíritu Santo de la lluvia tardía

La Biblia profetizó que en la época del Espíritu Santo, la obra del Espíritu Santo se llevaría a cabo y sería siete veces mayor que la de la Iglesia primitiva.[31] Así es como podemos recibir el Espíritu Santo:

  • En el tiempo de la primera venida de Jesús, la gracia del Espíritu Santo fue otorgada a aquellos que creyeron en Jesús y lo recibieron. En la época del Espíritu Santo, aquellos que reciben al Espíritu y la Esposa y creen en Ellos pueden recibir el Espíritu Santo. Se debe a que el conocimiento de Dios es el requisito previo para recibir el Espíritu Santo de la lluvia tardía.

Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.”

- Oseas 6:3

  • El profeta Zacarías profetizó que Dios derramaría el Espíritu Santo de la lluvia tardía,[32][33] y explicó cómo recibir el Espíritu Santo.

“Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia [Espíritu Santo]. [...]”

- Zacarías 14:16-19


Cuando aprendemos el asunto del alma, llegamos a entender que somos pecadores;[34] sin embargo, si somos purificados a través de la sangre de Cristo al guardar las fiestas del nuevo pacto, nuestros cuerpos se convierten en el templo de Dios donde puede morar el Espíritu Santo.[35] Así que está profetizado que aquellos que guardan la Fiesta de los Tabernáculos recibirán la lluvia, es decir, el Espíritu Santo. Para confirmar esto, Jesús predicó en el templo todos los días durante la Fiesta de los Tabernáculos y dijo: “Reciban el Espíritu Santo” en el último día de la fiesta.[36]

  • En conclusión, debemos pedir a Dios que nos conceda el poder del Espíritu Santo.

“Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno.”

- Zacarías 10:1


Véase también

Referencias