La profecía del trono del rey David
La profecía del trono del rey David es una profecía sobre el periodo de predicación del evangelio de Cristo. David, el segundo rey de Israel, ascendió al trono a la edad de treinta años y reinó durante cuarenta años. Los profetas de los tiempos del Antiguo Testamento profetizaron por medio de David acerca de Dios, quien vendría a este mundo en carne, es decir, Cristo. La obra de David era una profecía sobre la obra que Cristo realizaría. El trono de David también era una profecía que sería cumplida por Jesucristo, que vino al mundo hace dos mil años, y por Cristo que vendría por segunda vez en los últimos días.
David y Cristo
David había sido elegido por Dios de antemano para reemplazar a Saúl, quien desobedeció a Dios. Dios consideró a David como un varón conforme a su corazón, y dijo que cumpliría su voluntad a través de él.[1][2]
David y Cristo tienen la relación de profecía y cumplimiento. Los profetas del Antiguo Testamento profetizaron unas diez veces sobre la aparición de Cristo en nombre de David.
- Oseas
- “Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.” (Oseas 3:5)
- Jeremías
- “He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.” (Jeremías 23:5-6) “sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré.” (Jeremías 30:9)
- “En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra.” (Jeremías 33:15-17)
- Ezequiel
- “Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él las apacentará, […] mi siervo David príncipe en medio de ellos.” (Ezequiel 34:23-24) “y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre.” (Ezequiel 37:24-25)
Las profecías anteriores se escribieron cientos de años después de la muerte de David. Por lo tanto, David, como un “rey eterno”, de quien escribieron los profetas, no se refiere al segundo rey de Israel, sino a Dios que ha de venir en carne, es decir, Cristo.
Profecía y cumplimiento del trono de David
Jesús
Hace dos mil años, muchos judíos estaban familiarizados con las profecías de la Biblia sobre el rey David; habían creído que el Mesías (Cristo) vendría de entre los descendientes de David, y que los libraría de la opresión romana.[3] En realidad, Jesús nació en la casa de José, que era descendiente de David.[4] Cuando Jesús hizo muchos milagros, los judíos lo siguieron y lo llamaron “Hijo de David”.[5][6][7][8][9]
No obstante, las profecías de los profetas sobre el rey David no significaban que el Mesías aparecería entre los descendientes de David, sino que Dios vendría en carne y se convertiría en el rey David espiritual. El profeta Isaías profetizó que Dios vendría como niño e hijo y que se sentaría en el trono de David.
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.”
Esta profecía fue cumplida por Jesús. El ángel que se apareció a María le dijo que Jesús se sentaría en el trono de David.[10] En otras palabras, Jesús es Dios que vino en carne según las profecías de la Biblia. Jesús también les enseñó citando el salmo de David: “Pues si David le llama Señor, ¿cómo es [Cristo] su hijo?”.[11][12] El apóstol Pablo también dijo que Jesús era del linaje de David según la carne, pero que según el Espíritu, Él es el Hijo de Dios y el Cristo.[13]
Jesús cumplió la obra del evangelio como el rey David espiritual, cumpliendo la profecía del trono de David. Así como David fue ungido y ascendió al trono a los treinta años, Jesús se bautizó y comenzó el ministerio del evangelio a los treinta años.
David | Jesucristo |
2 Samuel 5:4
“Era David de treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años.” |
Lucas 3:21–23
“Jesús fue bautizado; […] Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años […]” |
Comenzó a reinar a los treinta años y reinó por cuarenta años | Comenzó el ministerio del evangelio a los treinta años y llevó a cabo el evangelio por tres años |
Jesús podía comenzar la obra del evangelio en cualquier momento, cuando tenía entre veinte y cuarenta años. Sin embargo, Jesús se bautizó a los treinta años con el fin de cumplir la profecía del trono de David. El reinado de cuarenta años de David es una profecía del periodo de predicación del evangelio de Jesús. No obstante, Jesús ascendió al cielo después de predicar el evangelio durante tres años.[14]
Jesús en su segunda venida
Para cumplir la profecía de los treinta y siete años restantes, es preciso que Jesús, el rey David espiritual, regrese. Por ello, la Biblia profetizó que Jesús vendría otra vez.[15] Cristo vendrá por segunda vez para salvar a la humanidad, como el rey David espiritual, se bautizará a los treinta años y llevará a cabo la obra del evangelio durante los treinta y siete años restantes que Jesucristo no cumplió por completo.
La señal de David
En los últimos días, los que reciban al David espiritual, a Cristo que viene por segunda vez, serán salvos. Sin embargo, muchos falsos Cristos y falsos profetas aparecerán en los últimos días, cuando Cristo venga por segunda vez.[16] El verdadero Cristo, que viene como David, tiene una señal segura.
“Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones.”
El “pacto eterno” establecido por Dios es las misericordias firmes solo a David. Sin embargo, cuando se habla de este David como el jefe de las naciones, no se está simplemente refiriendo al rey David, quien fue el líder de Israel.
El “pacto eterno” es la señal del David espiritual, Cristo.[17][18] El pacto eterno indica el pacto establecido por la sangre de Jesús. En la Biblia, el pacto establecido con la sangre de Jesús es el nuevo pacto. Jesús se refirió al vino de la Pascua como el nuevo pacto. Además, el nuevo pacto, el pacto eterno, se estableció para salvar las almas de la humanidad,[19] y Jesús enseñó que aquellos que comen su carne y beben su sangre tendrán vida eterna.[20] Así, a través de la Pascua del nuevo pacto, Dios nos permite comer el pan y beber el vino, que representan su carne y su sangre. En otras palabras, la verdad central del nuevo pacto es la Pascua.
“Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! […] Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado […]. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa [vino] es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.”
Jesús estableció la Pascua del nuevo pacto, la señal del rey David. Asimismo, Cristo en su segunda venida, el rey David espiritual, da vida eterna a través de la Pascua del nuevo pacto.
El David profético, el Señor Ahnsahnghong, Cristo en su segunda venida
Cumplimiento de la profecía del trono de David
David llegó a ser rey a los treinta años, y reinó cuarenta años. Jesús se bautizó a los treinta años y predicó la verdad durante tres años. Jesús en su segunda venida cumple todas las profecías del trono del rey David al llevar a cabo el ministerio del evangelio durante los treinta y siete años restantes. Según la profecía del trono de David y la parábola de la higuera, Cristo Ahnsahnghong se bautizó en 1948 a los treinta años y comenzó el ministerio del evangelio. Además, después de predicar la verdad durante treinta y siete años, ascendió al cielo en 1985. Cuatro años antes de su ascensión, Cristo Ahnsahnghong hizo saber a través de los medios de comunicación que Cristo en su segunda venida debía morir según la profecía de David.
“ “La Iglesia de Dios cree que el segundo Cristo ha de aparecer en esta época, […] Jesús en su segunda venida, ha de venir a la tierra en secreto, y fallecer después de predicar el evangelio por 37 años. La razón por la que tiene que predicar 37 años, es que David reinó en el trono por 40 años, pero Jesús fue crucificado después de predicar solamente por tres años; por tanto, Jesús en su segunda venida tiene que predicar por 37 años, para completar el reinado de 40 años.” “ — “Nueva Religión Desconocida: La Iglesia de Dios”, Religión Semanal, 18 de marzo de 1981
Restauración de la Pascua del nuevo pacto
La Pascua del nuevo pacto es la señal del David espiritual. No se guardó durante unos mil seiscientos años después de su abolición en el Concilio de Nicea en 325. En el siglo xvi, muchos reformadores religiosos clamaron por la libertad de fe y la reforma, pero ninguno de ellos pudo restaurar la verdad del nuevo pacto. La Biblia profetizó que Dios, que viene como el rey David espiritual, restauraría la Pascua del nuevo pacto.
“Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados. […] Destruirá a la muerte para siempre […]. Y se dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará”
En la Biblia, el vino que destruye la muerte para siempre es únicamente el vino de la Pascua del nuevo pacto.[21][22] Cristo en su segunda venida es el único que trae la Pascua del nuevo pacto, que es la señal de David. Por lo tanto, Cristo Ahnsahnghong, quien ha restaurado la Pascua del nuevo pacto, es el rey David espiritual, Cristo en su segunda venida, que ha aparecido en los últimos días.
Dios viene nuevamente a la tierra en carne para la salvación de la humanidad.[15] Significa que si no recibimos a Cristo en su segunda venida, no podremos ser salvos. Con respecto a esto, el profeta Oseas profetizó que aquellos que buscaran a David en los últimos días recibirían la bondad de Dios, es decir, la salvación.[23]
En esta época, los que busquen a Cristo que viene nuevamente para cumplir la profecía del trono de David serán salvos.
Vídeos relacionados
- Cristo cumplió la profecía del rey David
Véase también
- Señor Ahnsahnghong, Cristo en su segunda venida
- Dios en la carne (encarnación)
- David
- Sion espiritual
Enlaces externos
Referencias
- ↑ «1 Samuel 13:14».
- ↑ «Hechos 13:22».
- ↑ Paul Johnson, A History of the Jews, p. 124, Harper & Row Publishers, 1988
- ↑ «Mateo 1:1–16».
- ↑ «Mateo 9:27».
- ↑ «Mateo 12:23».
- ↑ «Mateo 15:22».
- ↑ «Mateo 21:9 (Marcos 11:9–11)».
- ↑ «Lucas 18:38-39 (Mateo 20:30–31, Marcos 10:47–48)».
- ↑ «Lucas 1:31–32».
- ↑ «Salmos 110:1».
- ↑ «Mateo 22:41–46».
- ↑ «Romanos 1:3–4».
- ↑ «Lucas 13:6–7».
- ↑ 15,0 15,1 «Hebreos 9:28».
- ↑ «Mateo 24:3–24».
- ↑ «Hebreos 13:20».
- ↑ «Hebreos 13:20 (Nueva Traducción Viviente)».
- ↑ «Isaías 55:3».
- ↑ «Juan 6:53–55».
- ↑ «Juan 6:54».
- ↑ «Mateo 26:26–28».
- ↑ «Oseas 3:5».