De donde viene Jesus por segunda vez
La Biblia profetiza el lugar donde Jesús viene por segunda vez. Es el oriente de donde sale el sol. La Biblia predijo el lugar de donde vino Cristo. Hace dos mil años, Jesucristo nació en Belén como profetizó el profeta Miqueas en el Antiguo Testamento. En ese tiempo, los magos (presuntamente sacerdotes persas)[1] vinieron a Jerusalén para buscar a Cristo que había nacido como rey de los judíos, y los principales sacerdotes y escribas dijeron que Cristo nacería en Belén, conociendo la profecía de Miqueas.[2][3]
Jesús viene de nuevo al mundo para la salvación de la humanidad.[4] El oriente de donde sale el sol es el lugar donde Cristo aparece de nuevo y comienza su última obra de redención.
El oriente profetizado como el lugar de la segunda venida de Jesús
El oriente de donde sale el sol y el sello de Dios
La obra de Dios de poner su sello
El apóstol Juan recibió la revelación de que la obra de Dios de poner su sello se llevaría a cabo en el oriente de donde sale el sol.
“Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.”
Cuando se suelten los cuatro vientos que sostienen los cuatro ángeles, habrá desastres que dañarán la tierra y el mar. Como los cuatro vientos de la tierra son soplados a todo el mundo, al oriente, occidente, norte y sur, los vientos representan un gran desastre que dañará la tierra y el mar. Antes de que llegue el desastre, Dios pone su sello sobre su pueblo para salvarlo. Esta obra comienza en el oriente, donde sale el sol.
La obra de Dios de poner su sello, que comienza en el oriente, tiene lugar después de que aparecen las señales especiales escritas en el capítulo 6 del libro de Apocalipsis.
“Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.”
Antes de que comience la obra de poner el sello, aparecen las señales del sol, la luna y las estrellas. Esto es lo que Jesús mencionó como una señal de su segunda venida.
“E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”
Jesús dijo que cuando el sol se oscurece, la luna no da su resplandor y las estrellas caen del cielo, es señal de que el Hijo del Hombre, es decir, Cristo, vendrá de nuevo. El apóstol Juan tuvo la visión de que la obra de Dios de poner su sello comienza de donde sale el sol después de que el sol y la luna se oscurecieron y las estrellas cayeron del cielo. Comparando los dos versículos, podemos entender que aquel que trae el sello de la salvación desde el oriente de donde sale el sol es Cristo que viene por segunda vez.
La Pascua, el sello de Dios
El sello de Dios es el sello aprobado por Dios. El sello de Dios, que traerá Cristo en su segunda venida, es una señal que salva al pueblo de Dios de los desastres. En Apocalipsis 9, está escrito que aquellos que no tengan el sello de Dios serán dañados por desastres.[5]
La Pascua es la verdad que contiene la promesa de salvación de los desastres. Como el significado de la palabra Passover (pasa por encima), cualquiera que guarde la Pascua escapará de los desastres. Los israelitas que celebraron la Pascua en el tiempo del Éxodo escaparon de los desastres y fueron liberados de Egipto;[6] y en los días de Ezequías, rey de Judá, el pueblo de Judá fue protegido de la invasión asiria.[7]
En el Nuevo Testamento es Jesús quien tiene el sello de Dios.[8] Jesús dijo: “El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él”. En otras palabras, se convierte en un solo cuerpo con Jesús que tiene el sello de Dios.
“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. […] El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.”
La Pascua es la manera de ser un cuerpo con Jesús y recibir el sello de Dios.
“Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua. […] Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa [el vino], y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”
Independientemente de la edad, los que guardaron la Pascua se salvaron de los desastres. Cristo, que aparece por segunda vez en el oriente de donde sale el sol antes de que venga el último gran desastre, llevará a cabo la obra de la redención predicando la Pascua, el sello de Dios.
Un hombre que despertará del oriente
El profeta Isaías escribió acerca de un hombre que cumpliría el propósito de Dios en una tierra lejana del oriente.
“¿Quién despertó del oriente al justo, lo llamó para que le siguiese […]. ¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros.”
“que llamo desde el oriente al ave [‘ave de rapiña’, DHH], y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.”
Primer cumplimiento de la profecía por Ciro
La profecía sobre el hombre que se levantaría de una tierra lejana en el oriente fue cumplida primeramente por Ciro (II) de Persia, reino ubicado al oriente de Israel. Ciro conquistó Babilonia (Imperio neobabilónico) y liberó a los israelitas del cautiverio allí y les permitió regresar a su propio país.[9]
El libro de Isaías fue escrito unos ciento setenta años antes de que Ciro conquistara Babilonia. Isaías 44 y 45 profetizaron el nombre de Ciro y su logro de conquistar muchas naciones y liberar de Babilonia al pueblo de Dios, Israel.[10][11] Tal como estaba profetizado en la Biblia, Ciro ordenó a los judíos no solo que regresaran a su país de origen, sino también que construyeran el templo en Jerusalén, que había sido destruido durante la invasión babilónica.
“En el primer año de Ciro rey de Persia, […] el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito por todo su reino, diciendo: Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios), la cual está en Jerusalén.”
Cumplimiento final de la profecía por Cristo en su segunda venida
Según Isaías 41, cuando un hombre despierte del oriente, abrirá en el desierto estanques de agua, y manantiales de agua en la tierra seca.[12] Proféticamente, esto puede suceder solo cuando Dios venga.[13] Cuando un hombre aparece del oriente, los idólatras se reúnen con miedo y temblor.[14] Sin embargo, ello no sucedió cuando Ciro conquistó Babilonia. Fue porque Ciro reconoció las religiones de los pueblos conquistados.[15] La profecía del hombre que despertaría de una tierra lejana en el oriente la cumple Dios.
Un ave de rapiña en Isaías 46 también es un símbolo de Dios, quien está con su pueblo y lo salva. Dios comparó la forma en que liberó a los israelitas de Egipto con llevarlos sobre alas de águila. [16] La forma en que Dios protegió y guio a los israelitas en el desierto se asemeja a las águilas que protegen a sus crías.[17] Por lo tanto, las profecías de Isaías 41 y 46 se refieren a la venida de Dios desde el oriente y la obra de salvar a su pueblo en los últimos días.
Hace dos mil años, Dios vino con el nombre de Jesús. Su lugar de nacimiento no fue una tierra lejana en el oriente, que Isaías vio a través de una revelación, sino Israel. El Ciro profético que se levantará de una tierra lejana en el oriente es Cristo en su segunda venida. Así como Ciro liberó a los israelitas del cautiverio en Babilonia, Cristo, que viene de nuevo, nacerá en una tierra lejana en el oriente y liberará al pueblo de Dios de la Babilonia espiritual a través de la verdad del agua de vida
.[18]
“Ha caído, ha caído la gran Babilonia […] Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”
Corea del Sur en el oriente de donde sale el sol
La tierra en los confines del mundo, en el oriente, vista desde Israel, donde estaba el profeta Isaías, y desde la isla de Patmos, donde el apóstol Juan recibió la revelación, es Corea del Sur. Entre muchas naciones ubicadas al oriente de Israel, Corea del Sur fue profetizada como el lugar donde Jesús vendría nuevamente porque la Pascua, el sello de Dios, apareció primero en Corea después de mil seiscientos años.
La Pascua fue abolida en el Concilio de Nicea en el año 325 d. C. Sin embargo, la Biblia profetizó que llegaría el tiempo de la restauración de la Pascua.
“Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados [‘vinos añejos’, DHH] […]. Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. Destruirá a la muerte para siempre […]. Y se dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; este es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.”
El propósito de Dios al preparar el banquete de vinos añejos es destruir a la muerte para siempre, en otras palabras, darnos la vida eterna. En la Biblia, el único vino que nos da vida eterna es el vino de Pascua.[19][20] “Vinos añejos” significa que la Pascua no se ha celebrado durante mucho tiempo desde que fue abolida en el año 325 d. C. El que restaura la Pascua es Dios y Cristo que viene por segunda vez. Además, el lugar donde se restaura la Pascua es el lugar donde Cristo en su segunda venida comienza la obra de la salvación antes de que llegue el último desastre.
Sion, el lugar donde Jesús en su segunda venida enseña la verdad
El profeta Isaías escribió que el lugar donde vendría el Salvador es Sion, y el apóstol Pablo citó esa profecía en el Nuevo Testamento.
- “Y vendrá el Redentor a Sion […] dice Jehová” (Isaías 59:20)
- “Vendrá de Sion el Libertador” (Romanos 11:26)
Sion es la iglesia que Dios ha escogido como el lugar en el que Él está con su pueblo y donde se celebran las fiestas solemnes de Dios; indica la iglesia que guarda las fiestas del nuevo pacto.[21][22][23] El profeta Miqueas profetizó que en los últimos días Dios nos enseñaría el camino de la verdad en Sion.
“Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová [el monte de Sion] será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y [Dios] nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.”
La ley que sale de Sion en los últimos días es el nuevo pacto.[24] El núcleo de la verdad del nuevo pacto es la Pascua, el sello de Dios.[25] Dios enseña la verdad de la salvación en la Sion espiritual, la iglesia que guarda las fiestas del nuevo pacto, y reúne a su pueblo que será salvo. En otras palabras, Dios da el agua de vida al mundo donde la verdad de la vida ha desaparecido y se ha convertido en una tierra árida.
Es Cristo Ahnsahnghong quien trajo la Pascua del nuevo pacto, el sello de Dios en esta época. El Señor Ahnsahnghong, que apareció en Corea del Sur en el oriente de donde sale el sol, es Cristo que vino por segunda vez para restaurar las fiestas del nuevo pacto, reconstruir Sion espiritual y salvar de los desastres a la humanidad.
Véase también
- Tiempo de la segunda venida de Jesús
- Cómo viene Jesús por segunda vez
- Cristo Ahnsahnghong
- Sello de Dios
- Ciro
- Sion
Enlaces externos
References
- ↑ «Magi». Britannica.
- ↑ «Miqueas 5:2».
- ↑ «Mateo 2:1-6».
- ↑ «Hebreos 9:28».
- ↑ «Apocalipsis 9:4».
- ↑ «Éxodo 12:11-13».
- ↑ «2 Reyes 19:32-35».
- ↑ «Juan 6:27».
- ↑ «Cyrus the Great». Britannica.
- ↑ «Isaías 44:28».
- ↑ «Isaías 45:1-4».
- ↑ «Isaías 41:17-18».
- ↑ «Isaías 35:4-6».
- ↑ «Isaías 41:5-7».
- ↑ «Who was Cyrus the Great?». National Geographic.
- ↑ «Éxodo 19:4».
- ↑ «Deuteronomio 32:10-12».
- ↑ «Apocalipsis 21:6».
- ↑ «Juan 6:54».
- ↑ «Mateo 26:26-28».
- ↑ «Salmos 132:13-14».
- ↑ «Apocalipsis 14:1».
- ↑ «Isaías 33:20-22».
- ↑ «Hebreos 12:22-24».
- ↑ «Lucas 22:20».