El banquete de bodas celestial

Las bodas de Caná, de Bartolomé Esteban Murillo

Jesús comparó el reino de los cielos con un banquete de bodas. El banquete de bodas celestial es una parábola que Jesús enseñó a sus discípulos. La parábola explica que los santos que asisten al banquete de bodas recibirán la salvación y entrarán en el eterno reino de los cielos. Así como el matrimonio es un evento importante y alegre en la vida, así será ir al cielo. Otro propósito de comparar el reino de los cielos con un banquete de bodas es presentar a la novia. Podemos conocer sobre Dios que nos da la salvación a través del banquete de bodas compuesto por el novio, la novia y los invitados.

La parábola del banquete de bodas

Jesús explicó el reino de los cielos mediante varias parábolas: el sembrador que siembra la buena semilla, la semilla de mostaza, el tesoro escondido en el campo, la perla de gran precio, la red de pesca, el rey que quiso hacer cuentas con sus siervos, los obreros de la viña, las diez vírgenes esperando al esposo, los siervos a cargo de los talentos de su señor, and so on. When the disciples asked etc. Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús por qué hablaba en parábolas, Él respondió: “Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado”, y “Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen”.
Uno de los secretos del reino de los cielos, que Jesús enseñó a sus discípulos, es la parábola del banquete de bodas. Jesús comparó la salvación de los santos y la entrada en el cielo con su participación en un banquete de bodas

“Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo […]. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. […] Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.”

- Mateo 22:1–14

Miembros del banquete de bodas celestial

A una ceremonia de bodas asisten el novio, la novia y los invitados.

Para que se lleve a cabo una ceremonia de bodas, se necesitan un novio, una novia e invitados. Dado que el banquete de bodas celestial es comparado con el reino de los cielos donde los santos entrarán recibiendo la salvación, debemos saber quiénes son el novio, la novia y los invitados para nuestra salvación.

Esposo (Dios Padre)

El esposo indica a Jesús que vino como el Hijo de Dios. Sin embargo, hace dos mil años, Jesús ascendió al cielo después de su ministerio público de un corto periodo de tres años, y no tuvo esposa. En el libro de Apocalipsis, que se escribió después de la ascensión de Jesús, está profetizado que el banquete de bodas tendrá lugar cuando se prepare la Esposa del Cordero. El “Cordero” indica a Cristo. Por lo tanto, el esposo en el banquete de bodas celestial, que tiene lugar porque la esposa se ha preparado, indica a Cristo en su segunda venida.

Invitados (santos)

“Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.”

- Apocalipsis 19:9

Invitar a los convidados al banquete de bodas del Cordero significa reunir a las personas que asistirán al banquete de bodas celestial y serán salvas. Por esa razón, está escrito que los que son invitados al banquete de bodas son bienaventurados. Algunos insisten en que la Esposa son los santos, pero es una interpretación errónea. Si la Esposa fuera los santos, no podríamos explicar la identidad de los invitados. Dado que el Esposo y la Esposa son quienes invitan, la Esposa y los invitados son fundamentalmente diferentes. Además de la parábola del banquete de bodas, Jesús siempre comparó a sus discípulos con los invitados a una boda. Por lo tanto, los que están invitados al banquete de bodas celestial son los santos.

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.”

- Mateo 22:14

Los invitados se describen no solo como invitados, sino también como escogidos. Dado que los santos son llamados “los escogidos” y “el remanente escogido por gracia”, es evidente que los invitados indican a los santos.

Esposa (Dios Madre)

La esposa en el banquete de bodas celestial es fundamentalmente diferente de los santos que son invitados.

Véase también: “La Esposa del Cordero”

La parábola del banquete de bodas en Mateo 22 no menciona a la novia, la heroína, quien debe estar presente en el banquete de bodas. No es porque la novia no exista, sino que no era su tiempo de aparecer en la época de Jesús. Jesús comparó el reino de los cielos con un banquete de bodas porque había una novia que aparecería a su debido tiempo.

“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.”

- Apocalipsis 19:7–10

El apóstol Juan registró la aparición de la Esposa a través de una revelación que se le mostró. La Esposa, que no apareció en la época de Jesús hace dos mil años, aparece con Jesús en su segunda venida, que es comparado con el Cordero. El libro de Apocalipsis no solo profetiza la aparición de la Esposa sino también su identidad.

“Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios.”

- Apocalipsis 21:9-10

Juan fue guiado por el ángel y vio a la Desposada, la Esposa del Cordero, a través de una revelación. La Esposa que vio era Jerusalén que descendía del cielo. En el libro de Gálatas está escrito acerca de Jerusalén de la siguiente manera:

“Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.”

- Gálatas 4:26

La “Jerusalén de arriba” es la “gran ciudad santa de Jerusalén que desciende del cielo”, cuya identidad es la Madre de los santos que serán salvos. En el banquete de bodas celestial, el esposo es Jesús en su segunda venida, es decir, Dios Padre, y la esposa es Dios Madre.

The Spirit and the Bride Giving Us the Water of Life

The prophecy of the heavenly wedding banquet is fulfilled when Heavenly Father and Heavenly Mother appear in the last days and lead Their children, who are compared to the guests, to salvation. In the book of Revelation, this is shown through the prophecy that They will gives the water of life.

The Spirit and the bride say, “Come!” And let him who hears say, “Come!” Whoever is thirsty, let him come; and whoever wishes, let him take the free gift of the water of life.

- Apocalipsis 22:17

In Revelation 19 and 21, Heavenly Father and Heavenly Mother are described as the Lamb and the Bride or the Lamb and His Wife, and in Revelation 22, as the Spirit and the Bride. All these words prophesy that Heavenly Father and Mother will appear together in the last days. The purpose of Their appearance in the last days is to give us the water of life. The water of life means eternal life, namely, salvation. Thanks to the appearing of Mother, who is the bride, the saints receive the water of life—eternal life, and enter the kingdom of heaven. That’s why the saints who participate in the wedding banquet are blessed. In the Bible, the children of Mother are called the “children of promise.” Those who receive the Spirit and the Bride, who are God the Father and God the Mother, believe in and follow Them, will receive the glory of heaven as the children of promise who are chosen at the wedding banquet.

Véase también: The Spirit and the Bride

Heavenly Wedding Clothes

Just as there is a formal attire in every occasion, guests who are invited to a wedding should wear appropriate formal attires. It is the same with the heavenly wedding banquet. However, in the parable of the wedding banquet prepared by a king, there is a man without wedding clothes.

“But when the king came in to see the guests, he noticed a man there who was not wearing wedding clothes. ‘Friend,’ he asked, ‘how did you get in here without wedding clothes?’ The man was speechless. “Then the king told the attendants, ‘Tie him hand and foot, and throw him outside, into the darkness, where there will be weeping and gnashing of teeth.’ ”

- Mateo 22:11–13

The Parable of the Ten Virgins by Phoebe Anna Traquair

Those who do not wear wedding clothes are eventually thrown outside. They are those who are invited but not chosen. Wearing wedding clothes is required to participate in the heavenly wedding banquet. It is written, “For all of you who were baptized into Christ have clothed yourselves with Christ.” Wearing wedding clothes means living a life following the examples of Christ by receiving baptism, which is God’s covenant. When we keep God’s commandments, following the examples of Christ, and are born again by doing the righteous deeds, we can become chosen as God’s children and enter the kingdom of heaven. Moreover, we can glorify Heavenly Mother who is the Bride.

There is another parable which uses a wedding banquet. It is the parable of the ten virgins. Jesus said the kingdom of heaven would be like ten virgins who took their lamps and went out to meet the bridegroom. The bridegroom was a long time in coming, and the people all became drowsy and fell asleep. However, at midnight, the cry rang out to meet the bridegroom. The five virgins, who had prepared enough oil, received the bridegroom and went to the wedding banquet, but the five virgins who ran out of oil were not able to enter the wedding banquet.

In the parable, the lamp stands for God’s word, the truth, and the oil refers to faith. Those who have received Heavenly Father and Heavenly Mother, the Saviors in the last days, and keep their faith until the end, will enter the kingdom of heaven like the five wise virgins who entered the wedding banquet.

Véase también

• Dios Padre y Dios Madre
• Dios Madre
• La Madre celestial
• El agua de la vida
• Elohim
• La Madre Jerusalén
• La Esposa del Cordero
• La Madre y la patria celestial
• La Madre, la fuente de la vida

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• THE BRIDE IN THE REVELATION IS GOD THE MOTHER