La patria espiritual y la Madre

De Enciclopedia de conocimiento de la Iglesia de Dios
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El cielo es nuestra patria espiritual.

La patria espiritual se refiere al lugar donde el alma de una persona nace. El término “patria” se utiliza a menudo no solo en un sentido geográfico, sino también en un sentido emocional. En general, se utiliza para referirse a la tranquilidad, una base mental, un lugar especial, una familia o una madre. La Biblia nos enseña que no solo tenemos el cuerpo, sino que también tenemos el alma. También nos dice que nuestra patria espiritual existe. Ese lugar es el cielo. La patria celestial, adonde irán los cristianos, es un lugar donde Dios Padre y Dios Madre —el Padre y la Madre espirituales que crearon las almas de la humanidad— habitan junto con nosotros.

La existencia del alma

La Biblia explica que los seres humanos no solo tienen un cuerpo, sino también un alma.

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

- Génesis 2:7


Dios creó al hombre del polvo de la tierra y del aliento de vida. El polvo se refiere al cuerpo y el aliento de vida se refiere al alma. Cuando los dos elementos se juntan, el hombre llega a ser un ser viviente, es decir, un hombre viviente; por lo tanto, un hombre viviente se forma cuando el cuerpo y el alma se juntan. Por el contrario, cuando una persona muere, los dos se separan y regresan a su lugar de origen.

y el polvo [cuerpo] vuelva a la tierra, como era, y el espíritu [alma] vuelva a Dios que lo dio.

- Eclesiastés 12:7


Volver significa regresar al lugar donde alguna vez estuvo. Está escrito que el cuerpo vuelve a la tierra, porque de allí se originó, y que el espíritu vuelve a Dios. Dios está en el cielo. Significa que nuestros espíritus estaban en el cielo con Dios antes de venir a esta tierra. En la Biblia, los seres espirituales que están con Dios en el cielo se llaman ángeles.

El cielo, la patria del alma

La vida anterior de la humanidad

El hecho de que el alma del hombre fuera originalmente un ángel del cielo se puede confirmar a través de ejemplos específicos en la Biblia.

  • Salomón y Job
Salomón, el escritor del libro de Proverbios,[1] dijo que antes de que Dios creara la tierra y los campos, es decir, antes de la creación de la Tierra, él ya había nacido y existía.[2] En ese entonces, la Tierra aún no existía, por lo que él no pudo haber estado en este mundo como una persona con un cuerpo físico. Salomón estaba con Dios en el reino de los cielos en forma de un ángel. En Job 38, Dios le preguntó a Job: “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?”.[3] Como Job no pudo responder la pregunta, Dios mismo le dio la respuesta. Dios dijo que Job ya había nacido y que era grande el número de sus días.[4] Esto significa que Job, al igual que Salomón, también existía como un ángel en el cielo antes que se creara la tierra.
  • El rey de Tiro y el rey de Babilonia
Dios se refirió al rey de Tiro como un querubín, que se paseaba en medio de las piedras de fuego.[5] Podemos ver que el rey de Tiro era un ángel que estaba con Dios en el cielo antes de nacer como hombre en esta tierra. El libro de Isaías habla sobre el rey de Babilonia, y está escrito que se rebeló contra Dios, tratando de hacerse semejante a Dios en el cielo, y fue arrojado a la tierra.[6]El rey de Babilonia también fue un ángel que vivió en el cielo antes de nacer en esta tierra.

La vida anterior de Salomón y Job, y del rey de Tiro y de Babilonia es testimonio de la vida anterior de todas las personas que viven en esta tierra. Los seres humanos eran originalmente ángeles que vivieron en el glorioso reino de los cielos, pero debido a sus pecados, fueron arrojados a la tierra y nacieron como hombres. Este mundo es como una ciudad de refugio espiritual, donde los ángeles pecadores habitan en la carne por un tiempo antes de partir. Su patria fundamental es el cielo, es decir, el reino de los cielos. Los antepasados de la fe como Jacob, Noé y Abraham anhelaban el cielo, la patria de sus almas, llamando a su vida terrenal una peregrinación.[7][8]

El cielo descrito en la Biblia

Así como los animales tienen un instinto de regresar a casa, los seres humanos tienen el corazón de añorar su ciudad natal, donde nacieron y crecieron. La razón por la cual las personas tienen la naturaleza de anhelar el mundo eterno es porque la patria del alma es el cielo.[9] Hay muchas descripciones del cielo en la Biblia, que escribieron quienes lo anhelaban. Salomón dijo que antes de nacer en esta tierra como humano estaba con Dios en el cielo, y escribió que en ese tiempo disfrutaba de una vida llena de alegría y felicidad cada día.[10] El apóstol Juan, quien vio el reino de los cielos en una revelación, también expresó que era un lugar lleno de gozo, donde no habría más muerte, dolor ni tristeza.[11] El profeta Daniel dijo que la felicidad y la gloria celestial durarán para siempre, y el apóstol Pablo dijo que todo lo que Dios ha preparado para los santos va más allá del límite del lenguaje y del pensamiento humano. Esto significa que el reino de los cielos, que Dios ha preparado para nosotros, es un lugar hermoso y glorioso que está más allá de la imaginación humana.[12]

La eterna patria, la Madre espiritual

“Una madre es la mejor amiga que tenemos, cuando las duras y repentinas pruebas caen sobre nosotros; cuando la adversidad se cierne sobre la prosperidad; cuando los amigos nos abandonan; cuando los problemas se multiplican a nuestro alrededor, ella seguirá a nuestro lado, y se esforzará con sus amables consejos para disipar las nubes de la oscuridad y hacer que la paz regrese a nuestros corazones”. – Washington Irving
— CONGRESSIONAL RECORD–HOUSE, Vol. 155, Pt. 9, p. 12 029, 7 de mayo de 2009

La patria es un lugar donde alguien nació y creció. Ya que todos nacen del útero de una madre, esta se identifica naturalmente con una patria.[13] A veces, cuando alguien está feliz o triste, comienza a pensar en su madre. Esta es la prueba de que una madre es como una patria del corazón. Después de que las personas crecen y viven separadas de sus padres, sin importar qué tan lejos estén, aún siguen yendo a su ciudad natal en los feriados nacionales.[14] Si su madre ya no está allí, sino solo su padre, se sentirá un poco incompleto. Esta es la naturaleza humana.

Lo mismo ocurre con el cielo, la patria del alma. Jesús nos enseñó que el Padre de nuestros espíritus (Dios Padre) está en el cielo a través de las palabras: “Padre nuestro que estás en los cielos”. El escritor del libro de Hebreos también escribió que tenemos al Padre de nuestros espíritus que nos da la vida eterna, así como tenemos a los padres terrenales que nos dan un breve periodo de vida terrenal.


Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?

- Hebrews 12:9


En el cielo, el hogar del alma, no solo está Dios Padre, el Padre espiritual. La Biblia también nos habla de la existencia de la Madre de nuestros espíritus (Dios Madre).


Mas la Jerusalén de arriba [del cielo], la cual es madre de todos nosotros, es libre.

- Gálatas 4:26


El apóstol Pablo, que escribió el libro de Gálatas, se refiere a la Jerusalén celestial como la “Madre” de los santos que serán salvos. También escribió que los hijos de la promesa, que recibirán la promesa de la vida eterna de Dios,[15] son los “hijos de la mujer libre”.[16] El término madre es usado por un hijo, para llama a la mujer que lo dio a luz. Significa que los santos que han de ser salvos no solo tienen al Padre espiritual, sino también a la Madre espiritual. El apóstol Juan reveló que la Jerusalén celestial es la Desposada, la Esposa del Cordero. También dijo que Ella es Dios Madre, la Salvadora que aparecerá con Dios Padre y dará a la humanidad la bendición del agua de la vida (es decir, la vida eterna).[17][18].

El profeta Isaías escribió sobre las bendiciones que recibirían los que anhelaban a Jerusalén.[19] This is a prophecy that those who have received the water of life from Heavenly Jerusalem Mother will enjoy true comfort and joy for their souls. God the Mother gives eternal life[20] Esta es una profecía de que los que han recibido el agua de la vida de la Madre Jerusalén celestial disfrutarán del verdadero consuelo y gozo para sus almas. Dios Madre da la vida eterna a sus hijos[21] y los guía al cielo.

El reino de los cielos, donde ya no hay muerte ni dolor, sino la alegría y la gloria duran para siempre, es nuestra patria espiritual donde nuestro Padre y nuestra Madre espirituales están con nosotros, y el lugar donde podemos sentir el amor y la felicidad más grandes. Aquellos que anhelan la vida eterna más allá de la breve vida en esta tierra y siguen a la Madre espiritual pueden regresar al reino de los cielos.

Vídeos relacionados

  • ¿El alma existe?

Véase también

Referencias