La Madre celestial
La Madre celestial (también conocida como “Dios Madre”) es la Salvadora que da vida eterna a la humanidad junto con el Padre celestial (Dios Padre). La Biblia nos dice que los humanos no solo tenemos un cuerpo sino también un alma, y que las almas tienen un hogar y padres. El cielo, el hogar de las almas adonde irán los santos salvos, es el lugar donde podrán vivir con el Padre celestial y la Madre celestial. Según las profecías de la Biblia, la Madre celestial, quien hasta ahora no ha sido revelada, debe aparecer en la época del Espíritu Santo, la última época de la obra de la redención.
La patria espiritual, el reino de los cielos
Así como hay un hogar donde nació el cuerpo, también hay un hogar donde nació el alma.[1] El cielo es el hogar del alma. El cuerpo humano nace en la tierra y luego desaparece, pero el alma viene de Dios y vuelve a Él.[2] El nacimiento del alma y el del cuerpo no ocurren al mismo tiempo. El alma fue creada en el cielo antes de descender a la tierra y revestirse de la carne. Al observar los escritos de Salomón y Job, algunos de los autores del Antiguo Testamento, podemos ver que sus almas ya existían antes de que se creara la tierra.[3][4][5] No es solo el caso de Salomón y Job, sino de todos los nacidos en la tierra. El mundo es como una morada temporal donde el alma permanece en el cuerpo unos cien años, si la vida es larga, y luego lo abandona.[6] David y Jacob describieron su vida en esta tierra como la de un extranjero o peregrino.[7][8]
Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.
En Hebreos 11, que comienza con: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, se menciona la patria espiritual al introducir ejemplos de fe. Así como los animales tienen un instinto de retorno al hogar,[9][10] los humanos tienden a añorar su hogar (ej.: añoranza, nostalgia). Al mencionar las acciones de aquellos a quienes Dios reconoció que tenían fe, la Biblia dice que los antepasados de la fe anhelaban el reino celestial, el hogar de sus almas.
La Madre celestial y la familia celestial
El término “hogar” no solo tiene un significado geográfico, sino también un significado emocional, y la principal fuente de esa emoción proviene de la familia. Una familia está compuesta por un padre, una madre y los hijos. La Biblia nos dice que hay miembros de una familia en el cielo así como hay miembros de una familia en la tierra. Así como el santuario terrenal es una figura y sombra del santuario celestial,[11] el sistema de la familia terrenal es una figura y sombra que nos permite comprender el sistema de la familia celestial.
Padre celestial
La Biblia dice que tenemos padres terrenales y un Padre de nuestros espíritus.
Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
Hijos de Dios
Dios es el Padre de nuestra alma, y los santos son sus hijos.[12]
Madre celestial
Si hay un padre e hijos, significa que también debe existir una madre. Un padre, una madre y un hijo están en una relación sistemáticamente conectada, donde los otros títulos no pueden usarse si uno de ellos no existe. De la misma manera, si solo existiera el Padre en el cielo, no habría razón para usar términos familiares como padre, hijo o hija. Si tenemos al Padre celestial, significa que debemos tener a la Madre celestial.
Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.
La palabra “arriba” se refiere al reino de los cielos. La Biblia nos habla de la existencia de la Madre celestial, representada como Jerusalén. Así como tenemos madres físicas, nuestras almas también tienen a la Madre espiritual. La familia celestial completa se forma mediante la presencia del Padre, los hijos y la Madre. El reino de los cielos es el hogar espiritual donde el Padre celestial, la Madre celestial y los hermanos y hermanas espirituales están juntos.
Elohim y la Madre celestial
La Biblia, que contiene la historia de la creación de los cielos y la tierra, describe la escena en la que Dios crea a la humanidad. Dios creó a la humanidad conforme a su propia imagen. Dado que la humanidad fue creada a imagen de Dios, a partir del ser humano, resultado de la creación, podemos entender la imagen de Dios (hebreo: צֶלֶם אֱלֹהִים, latín: Imago Dei).
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Como resultado de crear a la humanidad a imagen de Dios, fueron creados varón y hembra. Esta es la base de la existencia del Dios de imagen masculina y el Dios de imagen femenina. El Dios de imagen masculina es el Padre celestial y el Dios de imagen femenina es la Madre celestial. Dado que existen dos Dioses, el Padre celestial y la Madre celestial, la humanidad fue creada a dos imágenes, masculina y femenina. El versículo anterior a este establece claramente que hay dos Dioses.
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
La Biblia en hebreo describe a Dios que creó al hombre como Elohim. Las palabras hebreas El (אֵל), Eloah (אֱלוֹהַּ), y Elohim (אֱלהִים) significan Dios; pero entre ellas, Elohim es un sustantivo plural que significa Dioses. En el mismo versículo, Dios se refirió a sí mismo como “nosotros”. Aquí, el pronombre plural en primera persona “nosotros” está en el mismo contexto que el sustantivo plural “Elohim”, que se refiere al Padre celestial y a la Madre celestial.
La Madre celestial de vida eterna
Madre es una palabra que indica a una mujer que dio a luz a un niño. La palabra madre contiene el significado de la vida. Por supuesto, el papel del padre es necesario para que nazca una vida, pero el papel de la madre es crucial. Los ojos, la nariz, la boca, los oídos, los brazos y las piernas de todo ser humano se forman en el vientre de sus madres. No solo los humanos sino también las plantas y diversos animales que viven en el cielo, el mar y los campos reciben vida de sus madres. La profunda voluntad de Dios está presente en el nacimiento de la vida a través de una madre.
Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
Todas las cosas creadas por la voluntad de Dios contienen su poder invisible y su naturaleza divina. Como también está escrito que lo que hay en la tierra es figura y sombra de lo que hay en el cielo,[11] a través de la providencia de esta tierra donde la vida se da a través de las madres, podemos ver que la Madre celestial es quien da la vida eterna en el mundo espiritual, que es la realidad. La razón por la que Dios permitió que solo las mujeres dieran a luz a sus hijos[13] es que la vida eterna es dada por la Madre celestial, representada como Eva. Y también es la razón por la que Adán le dio el nombre Eva a su esposa, que significa vida.[14]
La aparición de la Madre celestial
El Padre y la Madre celestiales han trabajado juntos desde la creación de los cielos y la tierra; sin embargo, la existencia de la Madre celestial no se reveló desde el principio. Por esta razón, durante mucho tiempo los seres humanos se han aferrado únicamente a su fe en el Padre celestial. Está profetizado que la Madre celestial se dará a conocer al mundo en los últimos días.
- Creación de seis días
- The history of the six-day creation is a prophecy of the work of redemption of 6,000 years,[15][16][17] y la obra de crear a Eva en el último día de la creación de seis días muestra que la Madre celestial, comparada con Eva, aparecerá en los últimos días, al final de la obra de la redención de seis mil años. En la parte “Profecía de la creación de seis días” del libro titulado El misterio de Dios y la fuente del agua de la vida, se explica que el Espíritu y la Esposa aparecerán en el sexto día, es decir, en los últimos días, y guiarán a los que serán salvos.
- Parábola del banquete de bodas
- En la parábola del banquete de bodas, donde el novio representa a Jesús y los invitados simbolizan a los santos, no se menciona a la novia.[18] Se debe a que el tiempo de Jesús no era el momento de que apareciera la novia. La novia se menciona en el libro de Apocalipsis, donde está escrito: “Han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado”.[19] En el libro de Apocalipsis, el Cordero se refiere a Cristo en su segunda venida, es decir, al Padre celestial, y la Esposa del Cordero se refiere a la Madre celestial.[20][21] Esta es una profecía de que la Madre celestial aparecerá en la última época del Espíritu Santo cuando Jesús venga por segunda vez.
- Palabras de Jesús
- Mientras enseñaba a una multitud, Jesús les dijo cuándo se les dará la vida eterna. Enfatizó esto al decir repetidamente: “Y lo resucitaré en el día postrero”, hasta cuatro veces.[22][23][24][25]. Jesús es Dios que podía dar la salvación inmediatamente al decir: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”;[26] no obstante, reservó la obra de dar vida eterna para los últimos días. Lo hizo para hacernos saber que la Madre celestial, la fuente de la vida, aparecerá en los últimos días.
Véase también
- Dios Madre
- Nueva Jerusalén
- Dios Padre y Dios Madre
- La ciudad de refugio
- La Madre y la patria espiritual
- Madre, el nombre más hermoso
- Lección de la Madre
Enlaces externos
Related videos
- ¿Ha escuchado sobre la Madre celestial?
Referencias
- ↑ «3968. patris». Bible Hub.
- ↑ «Eclesiastés 12:7».
- ↑ «Proverbios 8:22–30».
- ↑ «Job 38:1–7».
- ↑ «Job 38:21».
- ↑ «Salmos 90:10».
- ↑ «Génesis 47:8–9».
- ↑ «Salmos 119:54».
- ↑ Sarah Menkedick: Homing Instincts: Early Motherhood on a Midwestern Farm, Patheon Books, 2017, p. 17
- ↑ Christina A. Sieber, M.A., The Meaning of Home, The Therapeutic Care Journal, 1 de diciembre de 2017
- ↑ 11,0 11,1 «Hebreos 8:5».
- ↑ «2 Corintios 6:17–18».
- ↑ «Génesis 3:16».
- ↑ «Génesis 3:20».
- ↑ «Génesis 2:1–3».
- ↑ «2 Peter 3:8».
- ↑ «Revelation 20:4».
- ↑ «Matthew 22:1–14».
- ↑ «Revelation 19:7».
- ↑ «Revelation 21:9–10».
- ↑ «Galatians 4:26».
- ↑ «John 6:39».
- ↑ «John 6:40».
- ↑ «John 6:44».
- ↑ «John 6:54».
- ↑ «Luke 23:43».