La familia celestial

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Miembros de una familia / Padre, Madre, Hijos

La familia celestial es la familia eterna formada por Dios Padre, Dios Madre y los hijos de Dios. Dios Todopoderoso, el Creador, es aquel en quien creen los seres humanos, sus criaturas, y también el Padre y la Madre de los que serán salvos. Podemos entender la familia celestial a través de la familia terrenal, que es su sombra. La familia celestial se relaciona por la sangre a través de la Pascua. Los que heredan la sangre de Dios a través de la Pascua disfrutan de la bendición de la vida eterna como hijos de Dios y herederos del cielo.

La familia, la culminación del amor

Familia de pingüinos emperador

La familia es la culminación del amor. El hogar es aquel donde una pareja casada por amor da a luz a sus hijos y los cría amorosamente. El amor entre los miembros de la familia: amor conyugal, amor paternal, amor maternal, amor fraternal y amor filial, es la principal virtud de una vida feliz.[1] El amor de los padres por sus hijos es incondicional, y también es común en los animales. Los peces espinosos y los pingüinos emperador tienen un fuerte amor paternal. El pez espinoso padre suministra oxígeno fresco a sus huevos y lucha contra los invasores, sin comer nada durante quince días. Cuando los huevos eclosionan, se queda sin energía y muere. El padre muerto se convierte en alimento para las crías recién nacidas.[2][3] El pingüino emperador padre incuba su huevo durante unos dos meses. Deja de comer y protege al huevo del intenso frío de -60 ºC y de los depredadores. El amor maternal se observa comúnmente en las aves y los mamíferos.

No solo los pequeños seres vivos, sino también los seres humanos, dotados de inteligencia, siguen sus instintos en lugar de razonar cuando sus hijos están en peligro. Los medios de comunicación informan sobre padres que renunciaron a su vida para salvar a sus hijos: una madre que murió tras rechazar una terapia contra el cáncer por un bebé en su vientre, un padre que sostuvo a su hijo en brazos en un teleférico que se estrelló, una madre que se sacrificó después de empujar a su hija ante un camión que se acercaba, etc.[4][5][6] Independientemente de la edad o la región, la familia es el nido de la vida, basado en el amor.

No cabe duda de que es en torno a la familia y al hogar donde se crean, fortalecen y mantienen todas las grandes virtudes, las más dominantes del ser humano.


Winston S. Churchill

Relación entre la familia celestial y la familia terrenal

La familia es la institución del amor de Dios, y Él quiere que se amen mutuamente y estén en paz.[7][8] La familia terrenal, unida por el amor, es una sombra, y su realidad es la familia celestial. Cuando Dios ordenó a Moisés que construyera el tabernáculo, le mostró el santuario celestial en el monte Sinaí y le dijo que lo construyera conforme al modelo que se le había mostrado.[9] Refiriéndose a este suceso, el apóstol Pablo explicó que lo terrenal es figura y sombra de las cosas celestiales.


“los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.”

- Hebreos 8:5


El papel de una figura y una sombra es ayudar a las personas a comprender su realidad. A través del modelo (copia) del globo terráqueo, podemos ver la Tierra de un vistazo. Del mismo modo, podemos adivinar la forma de una mano con la ayuda de su sombra. Dios hizo una figura y sombra de las cosas celestiales en la tierra para que a través de ella conozcamos el principio del cielo. Dios no solo ordenó a Moisés construir el santuario, sino que también creó muchas cosas en la tierra para darnos a conocer el reino de los cielos.[10][11] Una de ellas es el sistema familiar. La familia, la unidad más pequeña de una sociedad, comenzó cuando Dios creó a los primeros hombres, Adán y Eva, y los unió como pareja.[12][13] Según la palabra de Dios: “Fructificad y multiplicaos”, Adán y Eva tuvieron hijos y formaron una familia. Podemos entender la familia celestial, que es la realidad, a través de la familia terrenal, que Dios formó mediante la humanidad.

Miembros de la familia celestial

Por medio de la familia terrenal, que es la sombra, podemos entender quiénes son los miembros de la familia celestial. Una familia generalmente se compone de un padre, una madre y los hijos.[14] Lo mismo ocurre con la familia celestial, que es la realidad de la familia terrenal.

Padre

Los diccionarios definen al padre como el hombre que engendró hijos, o como el hombre vinculado con su hijo o hijos.[15] El Nuevo Testamento nos enseña que Dios es nuestro Padre.


“Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?”

- Hebreos 12:9


Todos los nacidos en este mundo tienen su padre. La Biblia nos enseña que debemos honrar al Padre de nuestros espíritus, explicando nuestro respeto por nuestros padres terrenales. Esto demuestra que tenemos a nuestro Padre espiritual, así como a nuestros padres terrenales. Nuestro Padre espiritual es Dios, quien sopló el aliento de vida (alma) en los seres humanos.[16] Así como llama padre al hombre que engendró su cuerpo, debe llamar Padre a Dios, quien dio existencia a su alma. Jesús enseñó a sus discípulos que Dios es nuestro Padre.


“Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre […]”

- Mateo 6:9


El padre nuestro, enseñado por Jesús, comienza con la frase: “Padre nuestro que estás en los cielos”. “Padre nuestro que estás en los cielos” indica a Dios.[17] Hasta entonces, la relación entre los israelitas y Dios estaba firmemente establecida como un rey y su pueblo o un amo y su siervo.[18][19] No obstante, Jesús vino y enseñó que Dios es nuestro Padre. La enseñanza de Jesús de que Dios es nuestro Padre implica que también existe una familia en el cielo. Es porque Padre es un título que se usa en el hogar. Así como existe el sistema familiar en la tierra, existe la familia en el cielo. Asimismo, como tenemos un padre en la familia terrenal, existe Dios Padre en la familia celestial.

Hijos (hermanos y hermanas)

El título de padre radica en el hecho de tener hijos. Un hombre sin hijos no puede llamarse padre. Dios es llamado Padre porque tiene hijos.


“Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.”

- 2 Corintios 6:17-18


Dios es el Padre de los que serán salvos, y ellos son los hijos e hijas de Dios. Al mismo tiempo, los que serán salvos se convierten en hermanos y hermanas. Así como existen un padre y sus hijos como miembros de la familia terrenal, están Dios Padre y sus hijos en la familia celestial.

Madre

La madre es la columna vertebral de una familia. Sin una madre, no pueden nacer los hijos; y sin hijos, nadie puede ser padre. La existencia de la madre en la familia terrenal muestra que también existe una madre en la familia celestial, que es la realidad.


“Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.”

- Gálatas 4:26


“Arriba” se refiere al cielo, el reino de los cielos, y “nosotros” se refiere a los que serán salvos. El pueblo de Dios que será salvo son los miembros de la familia celestial y son los hijos de Dios Padre y Dios Madre. Así como la madre desempeña un papel decisivo para que un hijo reciba la vida, los hijos celestiales reciben la vida eterna de Dios Madre. Por lo tanto, únicamente cuando creamos tanto en Dios Padre como en Dios Madre, podremos llegar a ser parte de “nosotros” en Gálatas 4:26 y ser salvos. A través de la escena en la que Dios creó al hombre, podemos comprender que existe Dios Madre.


“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”

- Génesis 1:26-27


Cuando Dios creó al hombre, dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Como resultado, fueron creados varón y hembra. Esto muestra que existen Dios Padre de imagen masculina y Dios Madre de imagen femenina. Así como los hijos e hijas en la familia terrenal tienen su padre y su madre y nacen a imagen de ellos, los hijos e hijas de Dios tienen su Padre y su Madre.

Relacionados con la sangre a través de la Pascua

Los hijos de Dios se convierten en la familia celestial a través de la Pascua y reciben la vida eterna de Dios Padre y Dios Madre.

La familia está relacionada por la sangre. Entre muchas relaciones que una persona tiene con otras, la familia se distingue de otras relaciones humanas porque están vinculados por la sangre. “La sangre es más espesa que el agua” significa que los lazos familiares siempre serán más fuertes que otras relaciones. Este proverbio se puede encontrar en muchos idiomas.[20] Así como los hijos de la familia terrenal, que es una sombra, heredan la sangre de sus padres, los hijos de la familia celestial heredan la sangre de Dios.


“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna […]”

- Juan 6:53-54


Comer la carne de Cristo y beber su sangre significa heredar la sangre de Dios. Al heredar la sangre de Dios que vive para siempre, podemos llegar a ser hijos e hijas de Dios y vivir para siempre. Jesús nos ordenó guardar la Pascua del nuevo pacto como una forma de comer su carne y beber su sangre.


“Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua. […] Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa [vino], y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”

- Mateo 26:19, 26-28


Mientras celebraba la Pascua con sus discípulos, Jesús les dio el pan, llamándolo “mi cuerpo”, y les dio el vino, diciendo: “Esto es mi sangre”. La Pascua del nuevo pacto contiene el amor y el sacrificio de Dios, quien soportó el dolor de ser desgarrado y derramó su sangre en la cruz solo para la salvación de sus hijos. Aquellos que graban ese amor en sus corazones con fe sincera y participan en la ceremonia de la Pascua pueden heredar la sangre de Dios, convertirse en parte de la familia celestial como sus hijos y recibir la bendición de la vida eterna. El solo hecho de llamar a Dios “Padre nuestro” con nuestra boca no nos califica para ser sus hijos. Al guardar la Pascua del nuevo pacto,[21] nos relacionamos con Dios por medio de la sangre. La Pascua es la verdad que confirma que somos hijos de Dios que han heredado la sangre celestial.

Así como Jesús dijo: “Amaos unos a otros como yo os he amado”,[22] los hijos que comprenden el amor de Dios a través de la Pascua se amarán unos a otros como un solo cuerpo, siguiendo el ejemplo de amor de Dios. Por ello, el apóstol Pablo dijo que todos los miembros que participaron en el pan de la Pascua no solo se hicieron un cuerpo con Cristo, sino que también se convirtieron en un solo cuerpo al participar en el mismo pan.[23] Al guardar la Pascua, nos convertimos en una familia en Dios y nos amamos unos a otros como amamos nuestro propio cuerpo. La familia celestial es una comunidad de amor, como lo es la familia terrenal, que es una sombra.

La gloria que obtendrán los herederos de Dios

La Biblia dice que los hijos de Dios son los herederos de Dios que es el Rey de reyes, y nos enseña la actitud que debemos tener como herederos de Dios.


“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.”

- Romanos 8:16-18


Los herederos de Dios reinan por los siglos de los siglos en el cielo.[24] El reino de los cielos que Dios ha preparado para sus hijos se describe así: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre”.[25] Sin embargo, la gloria llega después del sufrimiento. Como dice el refrán: “Quien quiera llevar la corona, debe soportar su peso”,[26] sin importar la edad o el país, los hijos de la familia real reciben una educación estricta.[27] Su proceso educativo es algo doloroso, pero es inevitable para convertirse en un rey con conocimientos y virtudes. Los herederos de Dios también atraviesan dificultades en la tierra para recibir la corona de la vida.[28] Su sufrimiento es insignificante comparado con la gloria que disfrutarán en el cielo. Los hijos de Dios pertenecen al cielo y tienen un cuerpo espiritual como un ángel.[29] En este mundo, se convierten en hijos y también en padres según la carne, pero cuando dejan este mundo y se presentan ante Dios, están en la misma posición que los hijos de Dios. Los herederos del cielo se aman fraternalmente en el Padre y la Madre celestiales,[30] y visitan todas las estrellas del universo.[31]

Véase también

Sitios relacionados

Vídeos relacionados

  • La familia celestial y la familia terrenal testificadas a través de la Biblia

Referencias

  1. «Harvard’s longest study of adult life reveals how you can be happier and more successful». CNBC. 31 de octubre de 2017. 
  2. «Stickleback». Britannica. 
  3. «Penguins and Their Chicks: Super-Parents». Penguins International. 14 de agosto de 2019. 
  4. «Oklahoma cancer patient trades her life so her baby could survive». THE OKLAHOMAN. 16 de octubre de 2011. 
  5. «Eitan Biran: the cable car crash survivor at centre of custody battle». Support the Guardian. 17 de septiembre de 2021. 
  6. «Una historia de amor maternal conmovedora en 2013, madre muere atropellada por un camión salvando a su hija con discapacidad intelectual». Busan Ilbo. 8 de mayo de 2013. 
  7. «Efesios 5:22-25». 
  8. «Efesios 6:1-4». 
  9. «Éxodo 25:40». 
  10. «Romanos 1:20». 
  11. «Apocalipsis 4:11». 
  12. «Genesis 1:27-28». 
  13. «Genesis 2:18». 
  14. «Nuclear Family Meaning: What is it and why is it called Nuclear Family?». Marca. 24 de marzo de 2022. 
  15. «Father». Merriam-Webster Dictionary. 
  16. «Génesis 2:7». 
  17. «Mateo 6:8». 
  18. «Éxodo 4:10». 
  19. «Salmos 47:2». 
  20. «Blood is thicker than water». Cambridge Dictionary. 
  21. «Lucas 22:19-20». 
  22. «Juan 13:34». 
  23. «1 Corintios 10:16-17». 
  24. «Apocalipsis 22:5». 
  25. «1 Corintios 2:9». 
  26. William Shakespeare, George Steevens, Uneasy lies the head that wears a crown, (Inquieta vive la cabeza que lleva una corona), p. 60, Enrique IV: Segunda parte.
  27. «Educación de los herederos de la dinastía Chosun». The JoongAng. 6 de mayo de 2018. 
  28. «Apocalipsis 2:10». 
  29. «1 Corintios 15:49». 
  30. «Mateo 23:8-9». 
  31. «Capítulo 18 “Creación del espíritu con el aliento de vida de Dios”, capítulo 22 “¿En qué serán transformados nuestros cuerpos en la resurrección?”». Los Visitantes del Mundo Angelical, Compañía Editorial Melquisedec Ltda.