Iglesia de Dios de Norteamérica

De Enciclopedia de conocimiento de la Iglesia de Dios
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Vista frontal de la Iglesia de Dios de New Windsor, NY, EE. UU.
Vista frontal de la Iglesia de Dios de New Windsor, NY, EE. UU.

A fines de la década de 1990, la Iglesia de Dios comenzó a predicar el evangelio del nuevo pacto en Norteamérica. Los Ángeles, en el estado de California, fue la primera área de Norteamérica donde la iglesia comenzó a predicar. El número de los que recibieron la verdad aumentó constantemente, y se han establecido iglesias en los 50 estados de los Estados Unidos. También hay iglesias en Alberta, Columbia Británica y Ontario, Canadá. Siguiendo la enseñanza de la Biblia: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, los miembros de la Iglesia de Dios practican el amor de Dios de muchas maneras y están redefiniendo el valor de la fe en Norteamérica, donde el cristianismo está profundamente arraigado. Han sido premiados numerosas veces con el Premio del Presidente al Servicio Voluntario en reconocimiento a sus diversas actividades de contribución social.[1]

Descripción de la Iglesia de Dios de Norteamérica

Los miembros de la Iglesia de Dios de la región de Nueva York asisten a la Gran Asamblea de la Pascua en el Lincoln Center de Nueva York.
Los miembros de la Iglesia de Dios de la región de Nueva York asisten a la Gran Asamblea de la Pascua en el Lincoln Center de Nueva York.

La misión en Norteamérica comenzó en 1997 cuando la Iglesia de Dios dio su primer paso en las misiones en el extranjero. El evangelio se predicó por primera vez en Los Ángeles, California, en el oeste de los Estados Unidos, y se ha extendido rápidamente a Nueva York, Connecticut, Colorado, Illinois y otros estados del este desde la década de 2000.[2] El número de miembros aumentó rápidamente, ya que muchos se conmovieron por las verdades de la Biblia, como la Pascua del nuevo pacto, las siete fiestas de tres tiempos, Dios Padre y Dios Madre. Se han establecido iglesias en todos los estados de EE. UU., incluyendo Alaska, cerca del Polo Norte, y Hawái, en el Pacífico. También hay pequeños lugares de culto, como Casas-Iglesia y Oficinas-Iglesia, en todo el país. Más del 90 % de los miembros de la Iglesia de Dios de los Estados Unidos son ciudadanos del país y se reúnen varias razas, como blancos, negros, hispanos y asiáticos.[3] En Estados Unidos, donde los temas raciales aún están presentes, los miembros practican virtudes como el amor, la consideración, la concesión y la humildad, siguiendo la enseñanza de Dios que dijo que “el amor es el mayor de todos” y la Lección de la Madre, y dan un buen ejemplo a la sociedad viviendo en armonía.
Los miembros estadounidenses desempeñaron un papel fundamental en el establecimiento de las iglesias en muchos países de Sudamérica, como Colombia y Venezuela.[4] En Canadá, que limita con los Estados Unidos, se está llevando a cabo activamente la obra misionera centrándose en las iglesias en Edmonton, Vancouver, Toronto y Montreal. Es un espectáculo inusual y sorprendente que personas de Norteamérica, que se considera el lugar de desarrollo del cristianismo, vengan como olas del mar a la Iglesia de Dios que se inició en Corea.
Empezando con el primer Grupo de Visita del Extranjero en 2001, los miembros de Norteamérica constantemente han estado visitando Corea, la “tierra de la profecía”, donde se restauró la verdad del nuevo pacto. Durante la visita, estudian la Biblia, experimentan el amor de la Madre celestial y profundizan su fe en Dios. Los que participaron en el grupo de visita expresaron su determinación: “Comprendí en lo profundo de mi corazón el amor de Dios, que solo tenía como conocimiento de la Biblia. Pondré en práctica ese amor en mi vida, y entregaré la gracia y las bendiciones de Dios a las personas que me rodean, como mi familia, vecinos y conocidos”[5] Los miembros de Norteamérica continúan la obra del evangelio sin descanso para llevar el amor, el fundamento de la verdad del nuevo pacto, por todo el continente de los sueños y la libertad, y se esfuerzan por dar testimonio de Dios Padre y Dios Madre, quienes nos dan la verdadera libertad.

Estado actual y actividades

Remoción de grafitis en edificios en el centro de Edmonton (Iglesia de Dios de Edmonton, Canadá)
Remoción de grafitis en edificios en el centro de Edmonton (Iglesia de Dios de Edmonton, Canadá)
795.ª Campaña de Donación de Sangre para la Vida con el Amor de la Pascua en Todo el Mundo (Iglesia de Dios de Dallas, TX, EE. UU.)
795.ª Campaña de Donación de Sangre para la Vida con el Amor de la Pascua en Todo el Mundo (Iglesia de Dios de Dallas, TX, EE. UU.)

Las Iglesias de Dios en toda Norteamérica ayudan a las comunidades, realizando varios servicios voluntarios con el amor de una madre y el corazón de una familia. Purifican el medio ambiente, el hogar de la vida, para inspirar la conciencia de los ciudadanos sobre la protección del medio ambiente,[6][7][8][9] y toman la iniciativa para salvar las vidas de las personas en crisis debido a la escasez de sangre llevando a cabo la Campaña de Donación de Sangre para la Vida con el Amor de la Pascua en Todo el Mundo.[10][11][12][13] Cuando ocurrieron desastres inesperados como huracanes, tornados e inundaciones, los miembros corrieron a las áreas afectadas y se dedicaron a los esfuerzos de socorro y recuperación para dar coraje y esperanza a los damnificados.[14][15][16][17] Frank Alosevic y su familia, damnificados por el huracán Irene, enviaron una carta de agradecimiento a la iglesia. Decía: “Perdí la esperanza, pero ustedes la trajeron de vuelta. Vi lo que nunca imaginé que existiría más, a personas de toda clase social trabajando juntas, como hermanos. Háganles saber a sus seres queridos que están cambiando la vida de otras personas para bien”.[18]

Además, los miembros de la iglesia han ayudado a su prójimo en necesidad donando calcetines a las personas sin hogar y organizando donaciones de mantas para apoyar a un hospital infantil. La iglesia también ha liderado actividades voluntarias para apoyar la educación mediante la donación de libros y útiles escolares a las escuelas locales, la campaña de prevención de la violencia escolar, construyendo parques infantiles y organizando otras iniciativas para apoyar a los jóvenes. Ellos continúan compartiendo el calor del amor con su prójimo a través de servicios voluntarios grandes y pequeños, como apoyo a eventos para ayudar a los pacientes, remoción de nieve y visita de consuelo a las estaciones de policía y bomberos.[19] La Iglesia de Dios de Edmonton, Canadá, visitó asilos de ancianos que pasaban el fin de año solitarios y lejos de sus familias, y compartieron amor, risas y emoción a través de diversas actuaciones para consolarlos.[20][21]

También llevan a cabo actividades para ayudar a resolver problemas sociales críticos para crear un futuro mejor. En los Estados Unidos, que tiene el mayor número de contagios de la COVID-19, la Iglesia de Dios entregó mascarillas, fondos y kits de apoyo al personal médico para contribuir a la respuesta ante la COVID-19.[22] Durante este tiempo, cuando la interacción familiar comenzó a disminuir, los miembros realizaron el evento del Día de Reconocimiento Familiar para ayudar a los miembros de la familia a volver a conectarse conociendo sus sentimientos.[23] También realizaron el Foro de Futuros Líderes de ASEZ, en cooperación con los oficiales de policía para debatir sobre las medidas de prevención del crimen que se puede poner en práctica en su vida diaria;[24] and the “Cooperation for World Peace” concert to encourage citizens to implement the Sustainable Development Goals [SDGs] in their daily lives.[25][26]

Reportes de la prensa y premios

Premio del Presidente de los Estados Unidos al Servicio Voluntario
Premio del Presidente de los Estados Unidos al Servicio Voluntario

La Iglesia de Dios de Norteamérica está siendo elogiada en los medios de comunicación como un ejemplo a seguir, por sus esfuerzos de servir a la comunidad con amor, trascendiendo el individualismo que prevalece en toda la sociedad. [27] En reconocimiento a su contribución con la ayuda a su prójimo en necesidad, fomentar la sensibilización ciudadana y tener un impacto positivo en el desarrollo de la comunidad, la Iglesia de Dios recibió el Premio de Oro del Presidente al Servicio Voluntario (el honor más alto para un grupo), 50 veces de las administraciones de los presidentes Biden, Trump y Obama, de EE. UU.[28][29][30][31] El presidente Joe Biden elogió los esfuerzos de los miembros en el certificado de premio y la carta. Dijo: “En nombre del pueblo estadounidense, quiero expresar mi más sincero agradecimiento por su liderazgo voluntario, y los animo a continuar respondiendo al llamado de servicio. El país cuenta con ustedes”. Los gobiernos locales también emitieron proclamaciones y resoluciones para expresar su gratitud y respeto por la labor humanitaria de la Iglesia de Dios.[32][33][34][35][36]

Sitios relacionados

Véase también


Referencias