El santuario (tabernáculo)

Santuario significa un lugar santo[1], donde Dios mora entre el pueblo. En el santuario se guardaban las tablas originales grabadas de los diez mandamientos, las palabras del pacto de Dios; y se daba el perdón de pecados a los israelitas. Consta de un lugar exterior y un lugar interior, y el primer santuario tenía la forma de una tienda móvil llamada tabernáculo. Más tarde, cuando lo construyeron en un lugar permanente, se le llamó templo.

El santuario (tabernáculo)

Nombre

En el Antiguo Testamento, la palabra santuario se escribe en hebreo miqdash (קְדָּשׁ)[2] o kodesh (קֹדֶשׁ)[3], cuyo significado es santidad. El santuario era considerado como el lugar donde Dios mora entre el pueblo,[4] o la casa de Dios.[5]
A veces, el santuario solo se refiere al aposento exterior, o puede referirse al aposento exterior y al aposento interior, llamado también Lugar Santísimo. En términos generales, indica la estructura (el tabernáculo) donde se encuentran el aposento exterior y el aposento interior o todo el edificio (el templo).[6] Cuando se construyó el santuario, se le llamó tabernáculo porque era una tienda hecha de hilos retorcidos, y también se le denominaba tabernáculo de reunión, ya que era un lugar para encontrarse con Dios. Como era el lugar para guardar el arca del testimonio (arca del pacto), también se le llamó la tienda del testimonio.[7]

Estructura

 
Diagrama del santuario

El tabernáculo que construyó Moisés era un templo movible de forma rectangular con 50 codos de ancho por 100 codos de largo,[8] y estaba estructurado para ser desmontado y vuelto a montar fácilmente, similar a las tiendas de campaña de hoy en día. Como los israelitas caminaban por el desierto, no podían construir un edificio fijo en un solo lugar.

El santuario, la estructura más importante ubicada en el tabernáculo, parecía uno solo, pero el interior se encontraba dividido por medio de un velo en un compartimento delantero (Lugar Santo) y otro posterior (Lugar Santísimo). Cuando se estableció el santuario, había una regla: la segunda parte, donde estaba el Lugar Santísimo, debía mirar hacia el occidente, mientras que la primera parte, donde estaba la entrada, debía mirar hacia el oriente.[9][10]
Más tarde, se cambió del tabernáculo móvil al templo fijo, pero la estructura básica y la dirección eran las mismas.


“Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal. Porque el tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición. Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto.”

- Hebreos 9:1-4

Santuario exterior

 
La mesa de los panes de la proposición, el candelabro de oro y el altar del incienso

El santuario exterior es el espacio desde la puerta del santuario hasta la parte delantera del velo. Allí estaban la mesa del pan de la proposición, el candelabro de oro y el altar del incienso.

  • Mesa para el pan de la proposición: Era una mesa de madera de acacia; su longitud era de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio. Estaba cubierto de oro puro, de una cornisa de oro alrededor. Sobre la mesa siempre estaba el pan de la proposición(pan consagrado), sus platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libaba, hechos de oro fino. El pan de la proposición se cocía con flor de harina y se ponían en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa. Cada Día de Reposo, los panes eran reemplazados por otros. Pertenecía al sumo sacerdote y a sus hijos, quienes lo comían en el atrio del tabernáculo.[11][12]
  • Candelabro de oro: El candelabro tenía un total de siete brazos, tres a cada lado, y una copa en forma de flor de almendro al final de cada brazo. Los brazos, las copas y las flores de almendro debían formar una sola pieza con el candelabro, el cual debía ser de oro puro labrado a martillo. Sus despabiladeras y sus platillos eran de oro puro.[13] Las siete lamparillas se usaban para alumbrar hacia adelante. Los sacerdotes encendían las lámparas con aceite puro de olivas machacadas, pero las dejaban encendidas solo desde la tarde hasta la mañana.[14]
  • Altar del incienso: Estaba hecho de madera de acacia, su longitud era de un codo, y su anchura de un codo; era cuadrado, y su altura de dos codos. Todos los lados de la parte superior tenían forma de cuernos, y estaban revestidos y moldeados alrededor con oro puro. Se quemaba incienso aromático en el altar cada mañana y noche cuando el sumo sacerdote encendía las lámparas.[15]

Santuario interior (Lugar Santísimo)

 
Imagen del arca del pacto: La cubierta del arca del pacto es el propiciatorio.

Es el espacio interior detrás del velo, y tiene la estructura de un cubo con la misma longitud, altura y anchura. El santuario interior es el que alberga el arca del pacto, el lugar destinado a guardar los diez mandamientos. Se llamaba Lugar Santísimo porque se consideraba el lugar más sagrado. A nadie se le permitía entrar en el Lugar Santísimo. Una vez al año, solo el sumo sacerdote ungido con el aceite santo podía entrar con la ofrenda por el pecado en el Día de Expiación.[16][17]

  • Cortinas: En las cortinas que separaban el santuario interior del santuario exterior estaban bordados los querubines. Para entrar en el santuario interior, se debía atravesar las cortinas.[18]
  • Arca del pacto: El arca del pacto constituye la parte más importante de los utensilios del tabernáculo; se trata de un cofre de madera cuya longitud era de dos codos y medio, su anchura y su altura medían codo y medio. Estaba cubierto de oro puro y sobre ella había una cornisa de oro alrededor. Cuatro anillos de oro estaban sujetos a sus cuatro esquinas y los levitas metían las varas por los anillos a los lados del arca para llevarla, y colocaban las tablas del testimonio (las tablas de piedra de los diez mandamientos) en el arca del pacto.[19]
  • Propiciatorio: La parte que cubre el arca del pacto se llama “propiciatorio”. Dios dijo que se encontraría con Moisés entre los dos querubines sobre el propiciatorio. Estos querubines representan a los querubines que guardaban el árbol de la vida en el huerto del Edén. Aquí, el pueblo de Dios recibía la gracia de Dios, incluyendo el perdón de pecados. Al propiciatorio también se le llama “asiento de misericordia”.[20]

Atrio del tabernáculo

 
La fuente de bronce y el altar del holocausto

Es un gran espacio que aparece a la entrada del tabernáculo (puerta este). El atrio del tabernáculo estaba cercado con 60 columnas y cortinas de 300 codos de largo de lino fino torcido. Como las columnas tenían cinco codos de altura (unos 2,25 m), el pueblo no podía ver lo que se llevaba a cabo en el interior, excepto a través de la puerta del tabernáculo.

  • Altar de bronce: Es un altar hecho de bronce para ofrecer sacrificios a Dios.[21] Los sacerdotes traían fuego del altar para entrar en el Lugar Santo y quemar incienso.[22][23]
  • Fuente de bronce: Es una fuente que contiene agua para lavar las manos y los pies de los sacerdotes. Estaba entre el altar del holocausto y la entrada al tabernáculo de reunión, y los sacerdotes se lavaban las manos y los pies antes de entrar en el santuario.[24]

El tabernáculo y la historia de Israel

 
La construcción del tabernáculo
 
En el tabernáculo, había columnas de nube durante el día y columnas de fuego durante la noche, representando la presencia de Dios.

Cuando Moisés recibió las tablas de piedra de los diez mandamientos en el monte Sinaí, Dios le mostró el santuario celestial.[25][26] Al descender del monte, Moisés transmitió la palabra de Dios al pueblo diciéndoles que necesitaban varias ofrendas como oro, plata, bronce y madera tallada para la construcción del tabernáculo, y que se requerían hombres sabios para construir el tabernáculo y utensilios.[27] Entre los israelitas, todos los voluntarios de corazón trajeron ofrendas para la construcción del tabernáculo.[28] Como cada día traían ofrendas voluntarias, eran más que suficientes para construir el tabernáculo. Moisés les pidió ya no traer más.[29] Bezaleel y Aholiab, que fueron llenos del Espíritu de Dios, y todo sabio de corazón levantaron el tabernáculo e hicieron en él todos los utensilios y ornamentos, incluso el arca del pacto y las vestiduras sacerdotales. Cuando los israelitas terminaron de erigir el tabernáculo, Moisés inspeccionó la obra del servicio y vio que lo habían hecho tal como Dios les había ordenado. Entonces Moisés los bendijo. En el primer día del mes primero del segundo año después del Éxodo, Moisés erigió el tabernáculo como Dios había mandado y trajo los utensilios, colocando los diez mandamientos (las tablas del testimonio) en el arca del pacto, y levantó la cortina a la entrada del atrio. Entonces, una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. La nube de Dios estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego durante la noche.[30] Desde entonces, siempre hubo una columna de nubes durante el día y una columna de fuego durante la noche sobre el santuario, que guiaba los movimientos de Israel.
Cuando se construyó el tabernáculo, Dios llamó a Moisés desde el tabernáculo de reunión (tabernáculo)[31] y le enseñó detalladamente las reglas sobre el sacrificio a ofrecerse a Dios en el santuario. Según la palabra de Dios, Moisés constituyó sacerdotes a Aarón y a sus hijos. Después de terminar el sacrificio, Moisés y Aarón entraban en el tabernáculo de reunión y salían a bendecir al pueblo; y la gloria de Dios se aparecía a todo el pueblo. Fuego salía de delante de Dios y consumía el holocausto con las grosuras sobre el altar.

Un día, los dos hijos de Aarón, Nadab y Abihú, tomaron sus incensarios y pusieron fuego extraño en ellos que no había sido ordenado por Dios, y ofrecieron incienso delante de Él.[22][23] Entonces salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Él.[32] Después de eso, Dios ordenó a Aarón evitar la muerte, dejando de entrar en todo tiempo al Lugar Santísimo delante del propiciatorio que estaba sobre el arca.[33] También le ordenó que al entrar en el área del santuario, Aarón debía hacer la reconciliación por sí mismo y por su casa y luego poner el perfume sobre el fuego en el Lugar Santísimo, para que no muriera.
Después de construir el tabernáculo, las doce tribus de Israel se dividieron en 4 grupos de 3 y se ubicaron al norte, sur, oriente y occidente del tabernáculo: las tribus de Judá, Isacar y Zabulón acamparon al oriente; las tribus de Rubén, Simeón y Gad al sur; las tribus de Efraín, Manasés y Benjamín al occidente; las tribus de Dan, Aser y Neftalí al norte y la tribu de Leví alrededor del tabernáculo. La tribu de Leví estaba a cargo de servir en el tabernáculo, y a cambio recibía como herencia la décima parte de los ingresos de cada tribu.[34][35] Los israelitas acamparon o marcharon de sus campamentos designados, cada uno por sus familias, según las casas de sus padres. Cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los israelitas se movían en todas sus jornadas, y en el lugar donde la nube se detenía, allí acampaban.[36] Cada vez que la nube se detenía sobre el tabernáculo, fuera durante dos días, un mes o un año, los hijos de Israel no partían durante ese tiempo.
El tabernáculo, que se hizo en los tiempos de Moisés, se construyó en Silo tras su entrada en la tierra de Canaán, y el arca del pacto de Dios se guardó en el tabernáculo.[37] En los días de Salomón, se construyó el templo de Jerusalén para establecerlo en el monte Moriah, y trasladaron el santuario al templo.

Rol y significado del santuario

Los diez mandamientos, las fiestas y el santuario están estrechamente relacionados como una sola organización inseparable. El santuario era necesario para guardar con seguridad los diez mandamientos, las palabras del pacto de Dios; las fiestas constituían una forma de servir a Dios en el santuario; y las fiestas purificaban al pueblo mediante las ofrendas de expiación, las cuales les permitían acercarse al santuario, donde se guardaban los diez mandamientos (el árbol de la vida), y recibir vida.

El lugar donde habita Dios

La razón más importante por la cual el santuario se consagró como un lugar santo era que Dios moraba allí. El santuario era llamado la casa de Jehová por ser la morada de Dios.[4][38][39] También era un símbolo de la presencia de Dios con su pueblo.[40][41] Al tabernáculo también se le llamaba tabernáculo de reunión[42][43][44][45] porque allí se reunían con Dios.

El lugar donde se guardaban los diez mandamientos

Los diez mandamientos, es decir, los mandamientos de Dios, se guardaban en el arca del pacto, el interior del Lugar Santísimo. Dios puso los diez mandamientos en el arca del pacto, y colocó sobre ella la cubierta (el propiciatorio) con dos querubines, es decir, dos ángeles. El hecho de que los dos querubines, encargados de custodiar el árbol de la vida en el huerto del Edén, estuvieran sobre el arca del pacto, muestra precisamente allí la presencia del árbol de la vida.

Los querubines que custodiaban el árbol de la vida en el Edén tenían una espada encendida para evitar que los pecadores accedieran a él.[46] Del mismo modo, los dos querubines que custodiaban el arca del pacto en el Lugar Santísimo tenían una espada encendida, por lo tanto, quienes subían al arca del pacto en contra de las reglas eran muertos. Uza murió en el acto al tocar accidentalmente el arca del pacto,[47] y los dos hijos de Aarón quebrantaron las reglas de Dios y murieron por el fuego procedente del arca del pacto.[48] En otras palabras, los diez mandamientos fueron dados en lugar del árbol de la vida, razón por la cual Jesús nos dio la enseñanza: “Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”.[49]

El lugar donde se da el perdón de pecados

En el santuario donde moraba Dios se daba el perdón de pecados. Los pecadores no podían recibir los diez mandamientos, que Dios concedió en lugar del árbol de la vida. Como está escrito: “Sin derramamiento de sangre no se hace remisión”,[50] la sangre del sacrificio de una ofrenda de expiación era necesaria para el perdón de pecados. Desde los tiempos de Abel, la tradición del sacrificio de sangre se había transmitido de boca en boca y se codificó en los días de Moisés.

En los tiempos del Antiguo Testamento, los sacerdotes sacrificaban animales y derramaban su sangre para el perdón de pecados del pueblo en el santuario, según la ley de Moisés. Los pecados del pueblo se transferían temporalmente al santuario mediante los sacrificios del Día de Reposo y las fiestas, y los pecados se entregaban finalmente a Azazel, el macho cabrío, en el Día de Expiación. Esta es una sombra de cómo los pecados de los santos serán transferidos temporalmente a Cristo y luego a Satanás (el diablo) a través de las fiestas en los tiempos del Nuevo Testamento. El macho cabrío por Azazel moría mientras deambulaba por una tierra inhabitada, y los pecados del pueblo eran completamente perdonados.

El santuario terrenal y el santuario celestial

El santuario terrenal construido por Moisés es figura y sombra del santuario celestial.[26] Así como el pueblo debía acercarse al santuario terrenal para recibir el fruto del árbol de la vida después de ser purificados con la sangre del sacrificio de la ofrenda de expiación, debemos ser purificados con la sangre de Cristo, el Cordero, para acercarnos al árbol de la vida en el santuario celestial.[51][52][53] Llegamos a vivir guardando las fiestas que simbolizan la preciosa sangre de Cristo.

Véase también

Enlaces externos

Referencias